Mírame, mujer de poca fe... siempre he sido asertivo en mi manera de amar, no así cuando ella me seduce y me baila.

Confórtate cuando estoy contigo y te amo, te beso, te acaricio, porque de ella me olvido, no así cuando me reclamas y tus celos se hacen obesivos, grotescos y nulos.

Créeme, si sigues así, me vas a perder.

Pídeme.