Un día después de que Kosovo se declarara independiente de Serbia -en un audaz intento por convertirse en un estado independiente y democrático con apoyo de EE.UU. e importantes aliados europeos y el rechazo ruso- los líderes de la región separatista pidieron a 192 países que apoyen su independencia.

La primera respuesta no se hizo esperar: "Los kosovares son ahora independientes'', afirmó el presidente estadounidense, George W. Bush desde Tanzania. "Es algo que he defendido durante mi gobierno", agregó.

La Unión Europea (UE) buscaba hoy en Bruselas acordar una posición común ante la proclamación de la independencia aprobada el domingo unilateralmente por el Parlamento de Pristina (capital de Kosovo) y rechazada por Serbia, que se niega perder a su provincia secesionista de mayoría étnica albanesa.

Cuatro "grandes" naciones europeos (Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia) podrían reconocer a Kosovo pese a la negativa serbia y al pedido de Rusia de anular la independencia. Otros seis países del bloque -Chipre, España, Grecia, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria- se niegan a la independencia de Kosovo, el último desprendimiento de la antigua Yugoslavia (ver infografía), ya que sostienen que podría servir de precedente a los separatismos en el mundo o en sus territorios.

Desde que el Parlamento de Pristina proclamara la indenpendencia de Kosovo, que ahora se llama Kosova, como le dicen los albaneses en su idioma, las tensiones se incrementaron en varias regiones, sobre todo en el norte, donde vive la mayor parte de la minoría serbia. Una explosión dañó un vehículo de las Naciones Unidas cerca de Kosovska Mitrovica, donde miles de serbios realizaban una protesta. Otros 800 serbios marcharonen Gracanica, un enclave controlado por los serbios en las afueras de Pristina. "Vamos a vivir como si nada hubiera sucedido ayer", expresó un manifestante.