Hace poco tiempo, en España, me fui a hacer el Camino de Santiago. Como hay demasiados "Caminos de Santiago", hice el "Camino Primitivo", entre Oviedo, en Asturias y Santiago de Compostela en Galicia (bueno, contaré un poco en otro lugar alguna vez). Hice 300 y pico de km en 14 días, y siendo España como és, subida y bajada, resulta como si hubiera hecho no se cuantos. Lo concreto es que ya sabía que caminar aporta grandes beneficios desde el punto de vista físico, baja el colesterol malo, sube el bueno, elimina toxinas del cuerpo, reduce la hipertensión, etc. Con lo que ya caminar es bueno. Pero me hizo muy bien en otros sentidos. Como hice el camino a solas, el tiempo, la naturaleza -se anda km y km por medio de montes y bosques-, em obligó a pensar. Recomiendan los que saben no caminar solo, pero no sé. Pongo est tema porque a mi esa caminata me hizo muy bien, y no porque lo haya hecho como creyente - que no lo soy- sino porque esa soledad junto al ejercicio físico y el desafío diario, me llevaron natguralmente a la reflexión sobre muchas cosas. Luego de eso, hoy camino más de dos horas por día, subo montaña o bajo al mar. Todos los días. Busco nuevas rutas, nuevos caminos. Y la verdad, lo recomiendo,. Es muy, muy bueno. Claro, para mí