El pleno de la Asamblea Legislativa aprobó ayer por unanimidad la Ley de Voluntad Anticipada del Distrito Federal, la cual impulsa la ortotanasia que reconoce el derecho de los enfermos terminales y desahuciados a decidir si quieren ser sometidos a tratamientos médicos para mantenerse con vida.

Esta ley promueve, por primera vez, el Documento de Voluntad Anticipada, donde una persona puede manifestar su petición, consciente y seria de no someterse a medios, tratamientos o procedimientos médicos que propicien el ensañamiento terapéutico, que en vez de salvar su vida, alargará su sufrimiento.


Este oficio deberá ser avalado por un notario público, un juez cívico o dos testigos, los cuales no podrán ser familiares hasta en cuarto grado y que no sean menores de edad.


Establece que cuando un desahuciado se encuentre impedido para manifestar por sí mismo su voluntad, su cónyuge o concubina, sus hijos mayores de edad o adoptados, sus padres, sus nietos o sus hermanos podrán suscribir el Documento de Voluntad Anticipada.

Con la aprobación de esta iniciativa quedó atrás la posibilidad de aplicar la eutanasia en la ciudad de México, que consiste en provocar la muerte o suspender la ayuda médica a un enfermo en etapa terminal.

Me parece una ley interesante que debería ser considerada en los demás Estados de la República, con esto terminaría tanta polémica con las versiones en contra y a favor de la eutanasia.