Coincido contigo Flako, el sustento esencial de todo matrimonio es el amor que se tienen recíprocamente los esposos. Si este desaparece o realmente nunca existió, de nada vale continuar con una relación desgastada y que solo puede traer aparejado mayor dolor o inconvenientes: más vale cortar por lo sano y el divorcio les permitirá, más aún si ambos lo requieren de común acuerdo, ponerle fin al vínculo de una manera seria y madura.
"En el pulso de hoy late el corazón de ayer, que es el de siempre" (R. Scalabrini Ortiz)