Un señor llega al confesionario y le dice al sacerdote:
- Padre, hace dos días que salgo con una mujer que tiene un cuerpo fantástico: unos pechos increíbles, unas piernas espigadas y torneadas, un culo perfecto, una boca sensual y en la cama es insaciable, ardiente, apasionada y se conoce todas las posiciones del kamasutra... ¡¡¡una yegua infernal!!!... Y es la mujer de mi mejor amigo...
- Bueno, deje de hacerlo y rece 5 Rosarios y un Padrenuestro.
- Pero Padre, yo no sé rezar… es más, ni siquiera soy católico.
- ¿Entonces para que viene a la Iglesia?
- ¡¡¡Porque estoy tan contento que se lo tenía que contar a alguien!!!