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Tema: La falacia de la genealogia de Maria por medio del evangelio de Lucas

  1. #31
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    Cita Iniciado por Eli_yahu Ver Mensaje
    A ver, cuéntame más para saber de qué hablas tú.

    En el tiempo de Jesucristo aun estaba en Jerusalén el templo dedicado a Jehová. Se dice que allí los judíos tenían sus registros genealógicos, exactamente como los registros estatales o de las iglesias, donde dice de quién es hijo cada uno y de quién eran hijos sus ancestros. Esos registros se guardaban en el templo. Por esos registros, que no es una práctica desconocida en la actualidad, se podía saber de qué tribu era cada persona y otros datos. Desgraciadamente para los judíos, esos registros se perdieron cuando los romanos quemaron el templo en el 70, aunque algunos judíos dicen que algunos escaparon de las llamas o algunas familias tenían copias ... lo cual no parece muy creíble, pero tampoco es imposible.

    ¿Entiendes de lo que habla la Biblia cuando se refiere a la genealogía de Jesús? No es que alguien lo haya inventado; es que eran sus registros oficiales.
    Los judíos, los israelitas, los samaritanos no tenían registro genealógico alguno. Así de simple.

    Es otro invento vuestro más para justificar el por qué de lo inexplicable.

  2. #32
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    Cita Iniciado por Eli_yahu Ver Mensaje
    A ver, cuéntame más para saber de qué hablas tú.

    En el tiempo de Jesucristo aun estaba en Jerusalén el templo dedicado a Jehová. Se dice que allí los judíos tenían sus registros genealógicos, exactamente como los registros estatales o de las iglesias, donde dice de quién es hijo cada uno y de quién eran hijos sus ancestros. Esos registros se guardaban en el templo. Por esos registros, que no es una práctica desconocida en la actualidad, se podía saber de qué tribu era cada persona y otros datos. Desgraciadamente para los judíos, esos registros se perdieron cuando los romanos quemaron el templo en el 70, aunque algunos judíos dicen que algunos escaparon de las llamas o algunas familias tenían copias ... lo cual no parece muy creíble, pero tampoco es imposible.

    ¿Entiendes de lo que habla la Biblia cuando se refiere a la genealogía de Jesús? No es que alguien lo haya inventado; es que eran sus registros oficiales.

    La genealogía judia de varones comienza de un hombre que da luz a su mujer por medio de una costilla, según la segunda version de la creacion, una creacion tan absurda donde las culebras de campo hablan y los creyentes creen fue poseída por el diablo, tal mitologia hace de Harry Potter mas creíble.

  3. #33
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    Cita Iniciado por VX8 Ver Mensaje
    La genealogía judia de varones comienza de un hombre que da luz a su mujer por medio de una costilla, según la segunda version de la creacion, una creacion tan absurda donde las culebras de campo hablan y los creyentes creen fue poseída por el diablo, tal mitologia hace de Harry Potter mas creíble.
    Son mentirosos compulsivos, no existe ni existió ningún registro genealógico judío nunca.

  4. #34
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    Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
    Son mentirosos compulsivos, no existe ni existió ningún registro genealógico judío nunca.
    Negacionistas enfermitos de mente y llenos de odio ... cegaditos a la realidad, y además fanfarrones. Les gusta abrir su bocota para ofender y hablar sin saber, pero cerrar sus orejitas para no oir y aprender.

    No es la mía una familia carente de distinción, sino que desciende de los
    sacerdotes. Cada pueblo tiene un signo de nobleza, y así, entre nosotros, la
    participación en el sacerdocio es prueba de un linaje ilustre. Y mi familia no
    sólo proviene de sacerdotes sino también de la primera de las veinticuatro
    clases (y en esto la diferencia es grande) y de la más noble de sus tribus. Soy,
    además, de estirpe real por mi madre, pues los descendientes de Asmoneo, sus
    antepasados, fueron sumos sacerdotes y reyes de nuestro pueblo durante
    muchísimo tiempo. Relataré la sucesión: fue nuestro tatarabuelo Simón,
    apodado el Tartamudo, que vivió en la época en que era sumo sacerdote el hijo
    de Simón, el primero de los sumos sacerdotes que ostentó el nombre de
    Hircano. Simón el Tartamudo tuvo nueve hijos, entre ellos Matías, llamado
    hijo de Efeo. Éste se casó con una hija del sumo sacerdote Jonatán, el primer
    hijo de Asmoneo que alcanzó el sumo sacerdocio, hermano del también sumo
    sacerdote Simón. Tuvo un hijo, Matías, apodado el Jorobado, cuando Hircano
    cumplía el primer año de su reinado. Matías a su vez tuvo un hijo, Josefo, en
    el noveno año del reinado de Alejandría, de Josefo nació Matías, en el décimo
    año del reinado de Arquelao, y de Matías nací yo, en el primer año del
    principado de Gayo César. Tengo tres hijos: Hircano, el mayor, nació en el
    cuarto año del principado de Vespasiano César; Justo, en el séptimo y Agripa,
    en el noveno. Cito la sucesión cronológica de nuestra familia tal como la he
    encontrado registrada en los archivos públicos, sin preocuparme de los que
    intentan calumniarnos. (AUTOBIOGRAFÍA de Flavio Josefo 1,6).



    Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesárea, Cap. 7,
    1 Puesto que, al escribir sus evangelios, Mateo y Lucas nos han transmitido genealogías diferentes acerca de Cristo y a muchos les parece que discrepan, y como cada creyente, por ignorancia de la verdad, se ha esforzado en inventar sobre esos pasajes, vamos a aducir las consideraciones sobre este tema llegadas a nosotros y que Africano, mencionado poco ha, recuerda en carta a Arí sudes acerca de la concordancia de la genealogía en los evangelios. Refuta las opiniones de los demás por forzadas y mentirosas, y expone el parecer que él ha recibido, en estos mismos términos:

    2 «Porque, efectivamente, en Israel los nombres de las familias se enumeraban, o bien según la naturaleza, o bien según la ley. Según la naturaleza, por sucesión de nacimiento legítimo; según la ley, cuando uno moría sin hijos y su hermano los engendraba para conservar su nombre (la razón es que aún no se había dado una esperanza clara de resurrección, y remedaban la prometida resurrección futura con una resurrección mortal, con el fin de que se perpetuara el nombre del difunto).

    3 »Como quiera, pues, que los incluidos en esta genealogía unos se sucedieron por vía natural de padres a hijos, y los otros, aunque engendrados por unos, recibían el nombre de otros, de ambos grupos se hace memoria: de los que fueron engendrados y de los que pasaron por serlo.

    4 »De este modo, ninguno de los dos evangelios engaña: enumeran según la naturaleza y según la ley. Efectivamente, dos familias, que descendían de Salomón y de Natán respectivamente, estaban mutuamente entrelazadas a causa de las resurrecciones de los que habían muerto sin hijos, de las segundas nupcias y de la resurrección de descendencia, de suerte que es justo considerar a unos mismos individuos en diferentes ocasiones hijos de diferentes padres, de los ficticios o de los verdaderos, y también que ambas genealogías son estrictamente verdaderas y llegan hasta José por caminos complicados, pero exactos.

    5 »Mas, para que lo dicho resulte claro, voy a explicar la transposición de los linajes. Quien va enumerando las generaciones a partir de David y a través de Salomón se encuentra con que el tercero por el final es Matán, el cual engendró a Jacob, padre de José. Mas, partiendo de Natán, hijo de David, según Lucas, también el tercero por el final es Meiquí, pues José era hijo de Helí, hijo de Meiquí.

    6 »Por lo tanto, siendo José nuestro punto de atención, hay que demostrar cómo es que se nos presenta como padre suyo a uno y a otro: a Jacob, que trae su linaje de Salomón, y a Helí, que desciende de Natán; y de qué modo, en primer lugar los dos, Jacob y Helí, son hermanos; y aun antes, cómo es que los padres de éstos, Matán y Meiquí, siendo de linajes diferentes, aparecen como abuelos de José.

    7 »Y es que Matán y Meiquí se casaron sucesivamente con la misma mujer y procrearon hijos, hijos de una misma madre, pues la ley no impedía que una mujer sin marido—porque éste la había repudiado o porque había muerto—se casara con otro.

    8 »Pues bien, de Esta (que así es tradición que se llamaba la mujer), Matán, el descendiente de Salomón, fue el primero en engendrar a Jacob; muerto Matán, se casa con su viuda Meiquí, cuya ascendencia remontaba a Natán y que, siendo, como dijimos antes, de la misma tribu, era de otra familia. Este tuvo un hijo: Helí.

    9 »Y así nos encontramos con que, siendo sus dos linajes diferentes, Jacob y Helí son hermanos de madre. Muerto Helí sin hijos, su hermano Jacob se casó con su mujer, y de ella tuvo un tercer hijo, José, el cual, según la naturaleza, era suyo (y según el texto, pues por eso está escrito: Jacob engendró a José), pero, según la ley, era hijo de Helí, ya que Jacob, por ser hermano suyo, le suscitó descendencia.

    10 »Por lo cual no se quitará autoridad a su genealogía. Al hacer la enumeración, el evangelista Mateo dice: Jacob engendró a José; pero Lucas procede al revés: El cual era, según se creía (porque también añade esto), hijo de José, que lo fue de Helí, hijo de Melqui. No era posible expresar más certeramente el nacimiento según la ley: va remontando uno por uno hasta Adán, que fue de Dios, y hasta el final se calla el «engendró», para no aplicarlo a esta ciase de paternidad.

    11 »Y es que esto no va sin pruebas ni es improvisado. En efecto, los parientes camales del Salvador, bien por aparentar o bien, simplemente, por enseñar, pero siendo veraces en todo, transmitieron también lo que sigue. Unos ladrones idumeos asaltaron Ascalón, ciudad de Palestina; de un templo de Apolo, que estaba construido delante de los muros, se llevaron cautivo, además de los otros despojos, a Antípatro, hijo de cierto hieródulo llamado Herodes. No pudiendo el sacerdote pagar un rescate por su hijo, Antípatro fue educado en las costumbres de los idumeos, y más tarde trabó amistad con Hircano, el sumo sacerdote de Judea.

    12 «Fue luego embajador cerca de Pompeyo en favor de Hircano, para el que sacó libre el reino devastado por su hermano Aristóbulo; y él mismo prosperó mucho, pues logró el título de epimeletés de Palestina. A Antípatro, asesinado por envidia de su mucha y buena fortuna, le sucedió su hijo Herodes, que más tarde, por decisión de Antonio y Augusto y por decreto senatorial, reinará sobre los judíos. De él fueron hijos Herodes y los otros tetrarcas. Todos estos datos coinciden con las historias de los griegos.

    13 «Además, hallándose inscritas hasta entonces en los archivos las familias hebreas, incluso las que se remontaban a prosélitos, como Aquior el ammonita, Rut la moabita y los que salieron de Egipto mezclados con los hebreos, Herodes, porque en nada le tocaba la raza de los israelitas y herido por la conciencia de su bajo nacimiento, hizo quemar los registros de sus linajes, creyendo que aparecería como noble por el hecho de que tampoco otros podrían hacer remontar su linaje, apoyados en documentos públicos, a los patriarcas o a los prosélitos o a los llamados «geyo-ras», los extranjeros mezclados.

    14 »En realidad, unos pocos, cuidadosos, que tenían para sí registros privados o que se acordaban de los nombres o los habían copiado, se gloriaban de tener a salvo la memoria de su nobleza. Ocurrió que de éstos eran los que dijimos antes 13°, llamados despósinoi por causa de su parentesco con la familia del Salvador y que, desde las aldeas judías de Nazaret y Cocaba, visitaron el resto del país y explicaron la precedente genealogía, comenzando por el Libro de los días, hasta donde alcanzaron.

    15 »Fuera así o fuera de otra manera, nadie podría hallar una explicación más clara. Yo al menos esto pienso, y lo mismo todo el que tiene buenas disposiciones. Aunque no esté atestiguada, ocupémonos de ella, porque no es posible exponer otra mejor y más clara. En todo caso, el Evangelio dice enteramente la verdad».

    16 Y al final de la misma carta añade lo siguiente:
    «Matán, del linaje de Salomón, engendró a Jacob. Muerto Matán, Meiquí, el del linaje de Natán, engendró de la misma mujer a Helí. Por lo tanto, Helí y Jacob son hermanos uterinos. Muerto Helí sin hijos, Jacob le suscitó descendencia engendrando a José, hijo suyo según la naturaleza, pero de Helí según la ley. Así es como José era hijo de ambos».
    Así Africano.

    17 Establecida la genealogía de José de esta manera, también María aparece junto con él, por fuerza, como siendo de la misma tribu, ya que, al menos según la ley de Moisés, no estaba permitido mezclarse con las otras tribus, pues se prescribe el unirse en matrimonio con uno del mismo pueblo y de la misma tribu, con el fin de que la herencia familiar no rodara de tribu en tribu. Baste así con lo dicho.
    Última edición por Eli_yahu; 20-oct.-2022 a las 01:20
    2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
    Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
    ... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.


  5. #35
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    Haciendo caso omiso al fraternal saludo que siempre acompaña a los post de mi estimado Eli_yahu, paso a responderle.

    A primera vista has presentado un post inapelable y muy documentado sobre el asunto de las genealogías.
    Pero, como siempre, los cristianos no salís del “chiringuito” de vuestras escrituras, todas doctrinarias y panegíricas.

    Por ejemplo:

    Según los datos que tenemos de Flavio Josefo, no mordió ninguna mano que le diera de comer. Es más, tuvo la habilidad de ir lamiendo toda mano que le diera algo. Practicó la idea que muchos siglos después definió mi querido compatriota Don Francisco de Quevedo: “Poderoso caballero es don Dinero”.

    Si en el siglo XXI quisiéramos escribir una historia sobre el emperador Constantino, y fuera Eusebio de Cesárea nuestra única fuente de información, no hay duda que solicitaríamos rápidamente al Papa su canonización. Y, sin embargo, sabemos que era un asesino. Ordenó matar (entre otros) a su hijo, a su nuera y a su nieto (Creo que la Iglesia Ortodoxa sí lo tiene como santo).

    Como dato curioso, hasta que los escritos de Flavio Josefo pasaron por las manos de Eusebio de Cesárea, nadie advirtió que en tales escritos se hablaba de Jesús de Nazaret. Fue un consumado experto en descubrir lo que nadie había visto.


    «Su nombre está unido a una curiosa creencia sobre una supuesta correspondencia entre Jesucristo y Abgaro (rey de Edesa). Eusebio habría encontrado las cartas, e inclusive las copió para su Historia eclesiástica». En el siglo XIX se descubrió su falsedad.

    «Edward Gibbon, historiador que abordó las causas de la caída del Imperio Romano, señaló que la actitud de Eusebio de Cesarea al redactar su Historia Eclesiástica no era la de un historiador (tal como se concibe este oficio en términos modernos), sino la de un panegirista que, voluntariamente, excluye todos los aspectos que pudieran desacreditar a la Iglesia y sólo narra los positivos. Ya Focio, en el siglo IX, había definido la Vida de Constantino como un panegírico en cuatro libros. Un siglo después que Gibbon, el también historiador Jacob Burckhardt calificaba a Eusebio como «el más repugnante de los panegiristas, que mentía a mansalva».
    (Wikipedia)
    Última edición por tomas0402; 20-oct.-2022 a las 05:49
    La Verdad nos hará libres.

  6. #36
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    17-septiembre-2016
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    Predeterminado

    Haciendo caso omiso de la acostumbrada hipocrecía del forista Tomas y de su habitual uso de las descalificaciones personales ...

    Los anticristianos creen que pueden engañar a la gente con sus falacias aun hasta en las cosas más sencillas de entender en la Biblia. Quieren hacer creer que los israelitas y los judíos eran unos impostores, un grupito de faqrsantes que se inventaban historias y genealogías. Pero ¡qué descaro! Están viendo a una nación entera, una raza antigua que aun tiene huellas entre la humanidad moderna, con sus libros de historia, confirmación de su historia en los descubrimientos arqueológicos, referencias directas en escritors de historiadores antiguos, etc. Estos anticristianos se las dan de listillos haciendo creer, ahora, que los israelitas no reconocían a sus antepasados, no sabían quiénes eran sus abuelos o sus tíos, o sus bisabuelos, ¡válgame Dios, cuánto descaro de negacionismo! En fin, el mar ...

    Compartiendo más información de valor:

    PROPÓSITO DE LOS REGISTROS GENEALÓGICOS

    Después del Diluvio, Noé indicó mediante su bendición que los descendientes de Sem recibirían el favor divino. (Gén. 9:26, 27.) Más tarde, Dios le reveló a Abrahán que lo que sería llamado su “descendencia” sería por medio de Isaac. (Gén. 17:19; Rom. 9:7.) Por lo tanto llegó a ser obvio que la identificación de esta descendencia requeriría un registro genealógico muy cuidadoso. Así pues, con el transcurso del tiempo se hizo un registro concienzudo de la línea de Judá, la tribu a la cual se prometió la gobernación (Gén. 49:10), y particularmente de la familia de David, por ser esta la línea real. (2 Sam. 7:12-16.) Este registro proveería la genealogía del Mesías, la Descendencia, la línea más importante de todas. (Juan 7:42.)

    Después de la genealogía del Mesías, la que se guardó con más cuidado fue la de la tribu de Leví, especialmente la de la familia sacerdotal de Aarón. (Éxo. 28:1-3; Núm. 3:5-10.)

    Por otra parte, bajo la Ley se necesitaban los registros genealógicos a fin de establecer los parentescos tribuales para la división de la tierra, y también el parentesco familiar para las herencias de tierra personales. Por medio de estos registros se podía identificar al go·’él, el pariente más cercano y cualificado para efectuar el matrimonio de cuñado (Deu. 25:5, 6), recomprar a su pariente (Lev. 25:47-49) y actuar como vengador de la sangre contra un homicida. (Núm. 35:19.) Además, el pacto de la Ley prohibía el matrimonio dentro de ciertos grados de consanguinidad o afinidad, y para no violar ese mandato se necesitaba conocer la genealogía de la familia. (Lev. 18:6-18.)

    Los israelitas se aferraban estrictamente a estas genealogías, como se puede ver por lo que sucedió después del regreso de Babilonia cuando algunos que supuestamente eran de la descendencia sacerdotal no pudieron hallar su registro. Nehemías les dijo que no comieran de las cosas santísimas provistas para el sacerdocio hasta que pudiesen establecer públicamente su genealogía. (Neh. 7:63-65.) En el registro que Nehemías hizo del pueblo estaban incluidos los netineos, pues, aunque no eran israelitas, formaban un grupo dedicado oficialmente al servicio del templo. (Neh. 7:46-56.)

    En la mayoría de los casos, las listas genealógicas no tratan de proporcionar todos los datos cronológicos. Sin embargo, sirven de ayuda para los estudios cronológicos, pues corroboran ciertos puntos o completan detalles importantes de la cronología. Las listas genealógicas tampoco proporcionan normalmente el índice de aumento de la población, puesto que en muchos casos se omiten ciertos eslabones intermedios si estos no son necesarios para la genealogía en cuestión. Y puesto que las genealogías generalmente no incluyen los nombres de las mujeres, no se mencionan los nombres de las esposas y concubinas que un hombre pudiera haber tenido; de la misma manera puede que tampoco se mencionen por nombre todos los hijos de estas esposas, y hasta en ciertos casos quizás se omitan algunos de los hijos de la esposa principal.

    La información es parte de un artículo mucho más largo que pueden consultar aquí https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200011609

    Cuidadito con los engañadores y sus falacias; no se descuiden, que son expertos en el engaño y la manipulación, estos anticristianos con sus agendas de desinformación.
    2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
    Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
    ... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.


  7. #37
    Fecha de Ingreso
    10-febrero-2022
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    Cita Iniciado por Eli_yahu Ver Mensaje
    Negacionistas enfermitos de mente y llenos de odio ... cegaditos a la realidad, y además fanfarrones. Les gusta abrir su bocota para ofender y hablar sin saber, pero cerrar sus orejitas para no oir y aprender.

    17 Establecida la genealogía de José de esta manera, también María aparece junto con él, por fuerza, como siendo de la misma tribu, ya que, al menos según la ley de Moisés, no estaba permitido mezclarse con las otras tribus, pues se prescribe el unirse en matrimonio con uno del mismo pueblo y de la misma tribu, con el fin de que la herencia familiar no rodara de tribu en tribu. Baste así con lo dicho.
    La genealogia varonil descrita en Lucas 3 proveniente de su Biblia menciona a Jose solo y unicamente, Maria no es mencionada porque la genealogia femenina no existe.
    Buscan la manera hasta de refutar hasta su propia biblia... sad...




    https://www.jw.org/es/biblioteca/bib...ibros/lucas/3/

  8. #38
    Fecha de Ingreso
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    Cita Iniciado por Eli_yahu Ver Mensaje
    Haciendo caso omiso de la acostumbrada hipocrecía del forista Tomas y de su habitual uso de las descalificaciones personales ...

    Los anticristianos creen que pueden engañar a la gente con sus falacias aun hasta en las cosas más sencillas de entender en la Biblia. Quieren hacer creer que los israelitas y los judíos eran unos impostores, un grupito de faqrsantes que se inventaban historias y genealogías. Pero ¡qué descaro! Están viendo a una nación entera, una raza antigua que aun tiene huellas entre la humanidad moderna, con sus libros de historia, confirmación de su historia en los descubrimientos arqueológicos, referencias directas en escritors de historiadores antiguos, etc. Estos anticristianos se las dan de listillos haciendo creer, ahora, que los israelitas no reconocían a sus antepasados, no sabían quiénes eran sus abuelos o sus tíos, o sus bisabuelos, ¡válgame Dios, cuánto descaro de negacionismo! En fin, el mar ...

    Compartiendo más información de valor:

    PROPÓSITO DE LOS REGISTROS GENEALÓGICOS

    Después del Diluvio, Noé indicó mediante su bendición que los descendientes de Sem recibirían el favor divino. (Gén. 9:26, 27.) Más tarde, Dios le reveló a Abrahán que lo que sería llamado su “descendencia” sería por medio de Isaac. (Gén. 17:19; Rom. 9:7.) Por lo tanto llegó a ser obvio que la identificación de esta descendencia requeriría un registro genealógico muy cuidadoso. Así pues, con el transcurso del tiempo se hizo un registro concienzudo de la línea de Judá, la tribu a la cual se prometió la gobernación (Gén. 49:10), y particularmente de la familia de David, por ser esta la línea real. (2 Sam. 7:12-16.) Este registro proveería la genealogía del Mesías, la Descendencia, la línea más importante de todas. (Juan 7:42.)

    Después de la genealogía del Mesías, la que se guardó con más cuidado fue la de la tribu de Leví, especialmente la de la familia sacerdotal de Aarón. (Éxo. 28:1-3; Núm. 3:5-10.)

    Por otra parte, bajo la Ley se necesitaban los registros genealógicos a fin de establecer los parentescos tribuales para la división de la tierra, y también el parentesco familiar para las herencias de tierra personales. Por medio de estos registros se podía identificar al go·’él, el pariente más cercano y cualificado para efectuar el matrimonio de cuñado (Deu. 25:5, 6), recomprar a su pariente (Lev. 25:47-49) y actuar como vengador de la sangre contra un homicida. (Núm. 35:19.) Además, el pacto de la Ley prohibía el matrimonio dentro de ciertos grados de consanguinidad o afinidad, y para no violar ese mandato se necesitaba conocer la genealogía de la familia. (Lev. 18:6-18.)

    Los israelitas se aferraban estrictamente a estas genealogías, como se puede ver por lo que sucedió después del regreso de Babilonia cuando algunos que supuestamente eran de la descendencia sacerdotal no pudieron hallar su registro. Nehemías les dijo que no comieran de las cosas santísimas provistas para el sacerdocio hasta que pudiesen establecer públicamente su genealogía. (Neh. 7:63-65.) En el registro que Nehemías hizo del pueblo estaban incluidos los netineos, pues, aunque no eran israelitas, formaban un grupo dedicado oficialmente al servicio del templo. (Neh. 7:46-56.)

    En la mayoría de los casos, las listas genealógicas no tratan de proporcionar todos los datos cronológicos. Sin embargo, sirven de ayuda para los estudios cronológicos, pues corroboran ciertos puntos o completan detalles importantes de la cronología. Las listas genealógicas tampoco proporcionan normalmente el índice de aumento de la población, puesto que en muchos casos se omiten ciertos eslabones intermedios si estos no son necesarios para la genealogía en cuestión. Y puesto que las genealogías generalmente no incluyen los nombres de las mujeres, no se mencionan los nombres de las esposas y concubinas que un hombre pudiera haber tenido; de la misma manera puede que tampoco se mencionen por nombre todos los hijos de estas esposas, y hasta en ciertos casos quizás se omitan algunos de los hijos de la esposa principal.

    La información es parte de un artículo mucho más largo que pueden consultar aquí https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200011609

    Cuidadito con los engañadores y sus falacias; no se descuiden, que son expertos en el engaño y la manipulación, estos anticristianos con sus agendas de desinformación.

    La falacia son quienes tratan de torcer lo que ya esta escrito en su desespero por defender la mentira del mito.

  9. #39
    Fecha de Ingreso
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    Predeterminado

    Cita Iniciado por Eli_yahu Ver Mensaje
    Haciendo caso omiso de la acostumbrada hipocrecía del forista Tomas y de su habitual uso de las descalificaciones personales ...
    Por lo que escribes, obviamente te estás refiriendo a tí mismo.
    Porque eres tú, Eli_yahu, el forista más descalificador que ha pasado por los diversos foros.
    Y, al intentar depositar tus propias taras en otra persona queda demostrado que además eres hipócrita.
    Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.

  10. #40
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    Cita Iniciado por Eli_yahu Ver Mensaje
    Negacionistas enfermitos de mente y llenos de odio ... cegaditos a la realidad, y además fanfarrones. Les gusta abrir su bocota para ofender y hablar sin saber, pero cerrar sus orejitas para no oir y aprender.

    No es la mía una familia carente de distinción, sino que desciende de los
    sacerdotes. Cada pueblo tiene un signo de nobleza, y así, entre nosotros, la
    participación en el sacerdocio es prueba de un linaje ilustre. Y mi familia no
    sólo proviene de sacerdotes sino también de la primera de las veinticuatro
    clases (y en esto la diferencia es grande) y de la más noble de sus tribus. Soy,
    además, de estirpe real por mi madre, pues los descendientes de Asmoneo, sus
    antepasados, fueron sumos sacerdotes y reyes de nuestro pueblo durante
    muchísimo tiempo. Relataré la sucesión: fue nuestro tatarabuelo Simón,
    apodado el Tartamudo, que vivió en la época en que era sumo sacerdote el hijo
    de Simón, el primero de los sumos sacerdotes que ostentó el nombre de
    Hircano. Simón el Tartamudo tuvo nueve hijos, entre ellos Matías, llamado
    hijo de Efeo. Éste se casó con una hija del sumo sacerdote Jonatán, el primer
    hijo de Asmoneo que alcanzó el sumo sacerdocio, hermano del también sumo
    sacerdote Simón. Tuvo un hijo, Matías, apodado el Jorobado, cuando Hircano
    cumplía el primer año de su reinado. Matías a su vez tuvo un hijo, Josefo, en
    el noveno año del reinado de Alejandría, de Josefo nació Matías, en el décimo
    año del reinado de Arquelao, y de Matías nací yo, en el primer año del
    principado de Gayo César. Tengo tres hijos: Hircano, el mayor, nació en el
    cuarto año del principado de Vespasiano César; Justo, en el séptimo y Agripa,
    en el noveno. Cito la sucesión cronológica de nuestra familia tal como la he
    encontrado registrada en los archivos públicos, sin preocuparme de los que
    intentan calumniarnos. (AUTOBIOGRAFÍA de Flavio Josefo 1,6).



    Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesárea, Cap. 7,
    1 Puesto que, al escribir sus evangelios, Mateo y Lucas nos han transmitido genealogías diferentes acerca de Cristo y a muchos les parece que discrepan, y como cada creyente, por ignorancia de la verdad, se ha esforzado en inventar sobre esos pasajes, vamos a aducir las consideraciones sobre este tema llegadas a nosotros y que Africano, mencionado poco ha, recuerda en carta a Arí sudes acerca de la concordancia de la genealogía en los evangelios. Refuta las opiniones de los demás por forzadas y mentirosas, y expone el parecer que él ha recibido, en estos mismos términos:

    2 «Porque, efectivamente, en Israel los nombres de las familias se enumeraban, o bien según la naturaleza, o bien según la ley. Según la naturaleza, por sucesión de nacimiento legítimo; según la ley, cuando uno moría sin hijos y su hermano los engendraba para conservar su nombre (la razón es que aún no se había dado una esperanza clara de resurrección, y remedaban la prometida resurrección futura con una resurrección mortal, con el fin de que se perpetuara el nombre del difunto).

    3 »Como quiera, pues, que los incluidos en esta genealogía unos se sucedieron por vía natural de padres a hijos, y los otros, aunque engendrados por unos, recibían el nombre de otros, de ambos grupos se hace memoria: de los que fueron engendrados y de los que pasaron por serlo.

    4 »De este modo, ninguno de los dos evangelios engaña: enumeran según la naturaleza y según la ley. Efectivamente, dos familias, que descendían de Salomón y de Natán respectivamente, estaban mutuamente entrelazadas a causa de las resurrecciones de los que habían muerto sin hijos, de las segundas nupcias y de la resurrección de descendencia, de suerte que es justo considerar a unos mismos individuos en diferentes ocasiones hijos de diferentes padres, de los ficticios o de los verdaderos, y también que ambas genealogías son estrictamente verdaderas y llegan hasta José por caminos complicados, pero exactos.

    5 »Mas, para que lo dicho resulte claro, voy a explicar la transposición de los linajes. Quien va enumerando las generaciones a partir de David y a través de Salomón se encuentra con que el tercero por el final es Matán, el cual engendró a Jacob, padre de José. Mas, partiendo de Natán, hijo de David, según Lucas, también el tercero por el final es Meiquí, pues José era hijo de Helí, hijo de Meiquí.

    6 »Por lo tanto, siendo José nuestro punto de atención, hay que demostrar cómo es que se nos presenta como padre suyo a uno y a otro: a Jacob, que trae su linaje de Salomón, y a Helí, que desciende de Natán; y de qué modo, en primer lugar los dos, Jacob y Helí, son hermanos; y aun antes, cómo es que los padres de éstos, Matán y Meiquí, siendo de linajes diferentes, aparecen como abuelos de José.

    7 »Y es que Matán y Meiquí se casaron sucesivamente con la misma mujer y procrearon hijos, hijos de una misma madre, pues la ley no impedía que una mujer sin marido—porque éste la había repudiado o porque había muerto—se casara con otro.

    8 »Pues bien, de Esta (que así es tradición que se llamaba la mujer), Matán, el descendiente de Salomón, fue el primero en engendrar a Jacob; muerto Matán, se casa con su viuda Meiquí, cuya ascendencia remontaba a Natán y que, siendo, como dijimos antes, de la misma tribu, era de otra familia. Este tuvo un hijo: Helí.

    9 »Y así nos encontramos con que, siendo sus dos linajes diferentes, Jacob y Helí son hermanos de madre. Muerto Helí sin hijos, su hermano Jacob se casó con su mujer, y de ella tuvo un tercer hijo, José, el cual, según la naturaleza, era suyo (y según el texto, pues por eso está escrito: Jacob engendró a José), pero, según la ley, era hijo de Helí, ya que Jacob, por ser hermano suyo, le suscitó descendencia.

    10 »Por lo cual no se quitará autoridad a su genealogía. Al hacer la enumeración, el evangelista Mateo dice: Jacob engendró a José; pero Lucas procede al revés: El cual era, según se creía (porque también añade esto), hijo de José, que lo fue de Helí, hijo de Melqui. No era posible expresar más certeramente el nacimiento según la ley: va remontando uno por uno hasta Adán, que fue de Dios, y hasta el final se calla el «engendró», para no aplicarlo a esta ciase de paternidad.

    11 »Y es que esto no va sin pruebas ni es improvisado. En efecto, los parientes camales del Salvador, bien por aparentar o bien, simplemente, por enseñar, pero siendo veraces en todo, transmitieron también lo que sigue. Unos ladrones idumeos asaltaron Ascalón, ciudad de Palestina; de un templo de Apolo, que estaba construido delante de los muros, se llevaron cautivo, además de los otros despojos, a Antípatro, hijo de cierto hieródulo llamado Herodes. No pudiendo el sacerdote pagar un rescate por su hijo, Antípatro fue educado en las costumbres de los idumeos, y más tarde trabó amistad con Hircano, el sumo sacerdote de Judea.

    12 «Fue luego embajador cerca de Pompeyo en favor de Hircano, para el que sacó libre el reino devastado por su hermano Aristóbulo; y él mismo prosperó mucho, pues logró el título de epimeletés de Palestina. A Antípatro, asesinado por envidia de su mucha y buena fortuna, le sucedió su hijo Herodes, que más tarde, por decisión de Antonio y Augusto y por decreto senatorial, reinará sobre los judíos. De él fueron hijos Herodes y los otros tetrarcas. Todos estos datos coinciden con las historias de los griegos.

    13 «Además, hallándose inscritas hasta entonces en los archivos las familias hebreas, incluso las que se remontaban a prosélitos, como Aquior el ammonita, Rut la moabita y los que salieron de Egipto mezclados con los hebreos, Herodes, porque en nada le tocaba la raza de los israelitas y herido por la conciencia de su bajo nacimiento, hizo quemar los registros de sus linajes, creyendo que aparecería como noble por el hecho de que tampoco otros podrían hacer remontar su linaje, apoyados en documentos públicos, a los patriarcas o a los prosélitos o a los llamados «geyo-ras», los extranjeros mezclados.

    14 »En realidad, unos pocos, cuidadosos, que tenían para sí registros privados o que se acordaban de los nombres o los habían copiado, se gloriaban de tener a salvo la memoria de su nobleza. Ocurrió que de éstos eran los que dijimos antes 13°, llamados despósinoi por causa de su parentesco con la familia del Salvador y que, desde las aldeas judías de Nazaret y Cocaba, visitaron el resto del país y explicaron la precedente genealogía, comenzando por el Libro de los días, hasta donde alcanzaron.

    15 »Fuera así o fuera de otra manera, nadie podría hallar una explicación más clara. Yo al menos esto pienso, y lo mismo todo el que tiene buenas disposiciones. Aunque no esté atestiguada, ocupémonos de ella, porque no es posible exponer otra mejor y más clara. En todo caso, el Evangelio dice enteramente la verdad».

    16 Y al final de la misma carta añade lo siguiente:
    «Matán, del linaje de Salomón, engendró a Jacob. Muerto Matán, Meiquí, el del linaje de Natán, engendró de la misma mujer a Helí. Por lo tanto, Helí y Jacob son hermanos uterinos. Muerto Helí sin hijos, Jacob le suscitó descendencia engendrando a José, hijo suyo según la naturaleza, pero de Helí según la ley. Así es como José era hijo de ambos».
    Así Africano.

    17 Establecida la genealogía de José de esta manera, también María aparece junto con él, por fuerza, como siendo de la misma tribu, ya que, al menos según la ley de Moisés, no estaba permitido mezclarse con las otras tribus, pues se prescribe el unirse en matrimonio con uno del mismo pueblo y de la misma tribu, con el fin de que la herencia familiar no rodara de tribu en tribu. Baste así con lo dicho.




    La profecía mesiánica tiene sus orígenes del judaísmo, por lo tanto nadie mejor lo explica, que el mismo Judaísmo:




    https://aishlatino.com/por-que-los-j...reen-en-jesus/


    Última edición por VX8; 20-oct.-2022 a las 19:26

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