Crear un espacio que refleje nuestra personalidad y estilo no solo es una forma de expresión, sino también una invitación al bienestar personal. En el diseño de interiores, cada detalle cuenta, desde la selección de colores hasta la textura de los tejidos. Los baños, en particular, ofrecen un lienzo íntimo para la creatividad. Elementos como toalleros de diseño, dispensadores de jabón elegantes y hasta Portarrollos y escobillas que se integren a la decoración, además de una iluminación cálida pueden transformar un espacio funcional en un refugio personal. La clave está en encontrar ese equilibrio entre funcionalidad y estética, donde cada objeto, por práctico que sea, contribuye a la atmósfera general. Al final, lo que buscamos es un hogar que no solo se vea bien, sino que se sienta como un verdadero santuario personal.