descenso del sella en asturias

En sus vestuarios nos cambiamos de ropa y nos abastecemos de las palas, la bolsa de comida, el agua y una embarcación hermética estanca para guardar todo lo que decidamos que nos acompañe en la expedición. El barco también debe utilizarse para guardar los residuos de nuestro viaje, no está permitido contaminar el Sella. Una vez los monitores nos esperan junto al río. Nos indican cómo debemos mover los remos para gobernar correctamente la canoa, y algunas otras cuestiones básicas como explicar que incluso sabiendo nadar es muy importante llevar siempre el chaleco salvavidas.

Cuando todo está listo comienza la aventura... Poco a poco vamos aprendiendo a manejar la piragua. Pasamos por el primer rápido: La Raíz. Es un sencillo y rápido. Luego llegaremos a la balsa de Remolina, la bifurcación y balsa de Fuentes, el remanso del Pozo del Arco, la balsa de Picu la Vieya… Llegamos al alto de Toraño. En un remanso bajo el puente, todo el mundo suele aprovechar para darse un chapuzón en aguas tranquilas y reponer fuerzas en las orillas.

La sobremesa no es excesiva y continuamos hacia el Mar Cantábrico. Luego llegamos al Rabion del Diablo, uno de los puntos más espectaculares del río. El agua toma fuerza entre las rocas. No representa ningún peligro ya que el río no es muy profundo en esta zona, pero se debe llevar el chaleco.

Luego pasaremos por La Requexada, la recta más larga de nuestra ruta, uno de los puntos privilegiados para seguir la evolución del Descenso Internacional. Llegaremos al embalse de Santianes y volveremos a vibrar porque el río vuelve a despertar un rato. Y poco a poco vamos llegando al final. A orillas del Llovio nos esperan los monitores para recogernos y llevarnos de vuelta a los vestuarios.