La solución aquí:
Escucha cuidadosamente. Cuando las personas discuten, tienden a concentrarse en lo que dicen para intentar convencer a la otra persona. Escuche a su pareja en su lugar. Cuando las personas se sienten escuchadas, las tensiones se alivian y los compromisos se vuelven más aceptables. Refleja las palabras de tu pareja hacia él o ella. "Cuando sea tu turno de escuchar, evita intervenir para ofrecer un contrapunto", aconseja la trabajadora social clínica Lizzette Potthoff. "En lugar de eso, reconoce lo que dice tu pareja, incluso si no estás de acuerdo. Por ejemplo, 'Entiendo que es muy importante para ti que elijamos un nombre que no esté de moda y quiero que sepas que lo escucho'".

Mantener las cosas en perspectiva. Los gustos y disgustos por los nombres de los bebés son muy personales, por lo que las emociones pueden ser intensas. Puede ser difícil no enojarse si has tenido un nombre en particular en mente desde sexto grado y tu pareja inmediatamente lo descarta. "Para mucha gente, el nombre está ligado a su propia identidad", dice Potthoff. "Cuando su pareja lo rechaza, se siente como un rechazo personal. Recuerde conscientemente que los sentimientos de su pareja sobre el nombre tienen más que ver con su apego a sus propias ideas e identidad que con cualquier rechazo hacia usted".

Recuerda que estás en el mismo equipo. "Abordar la situación como socios que intentan resolver un problema, en lugar de como adversarios culpándose unos a otros", sugiere Potthoff. Cuando ambos adoptan esta mentalidad, es mucho más fácil trabajar juntos. "Al final compramos un libro de nombres de bebés, lo leímos de cabo a rabo e hicimos una lista de los nombres que nos gustaban", dice una mamá de BabyCenter. "Luego intercambiamos listas, tachamos los nombres que odiábamos y clasificamos a nuestros cinco favoritos. Parece un proceso largo, pero funcionó".
Dale más tiempo. Si no llega a ninguna parte, resista la tentación de forzar una decisión. Esto puede ser especialmente difícil si eres tú quien está embarazada: esa fecha de parto puede ser mucho más importante para ti que para tu pareja. Puede tener más sentido esperar hasta que la idea de tener un bebé le parezca más "real" a su pareja. Esto puede ser cuando tu barriga está más grande, después de hacerte una ecografía o incluso después de conocer a tu pequeño por primera vez.