La globalización del comercio ha cambiado paradigmas y muchas empresas que anteriormente se circunscribían a la localidad, ahora tienen la posibilidad de dar a conocer sus productos o servicios a cualquier lugar del mundo. Esta situación obliga a que los negocios inviertan en la formación de sus empleados para que puedan hacer frente a los retos que significa la internacionalización de la empresa; desde la formación en idiomas, especialmente el inglés, formación en protocolos de negocios y el conocimiento y uso de herramientas digitales harán que la empresa vea retribuido esta inversión en sus recursos humanos al mejorar las ventas.