El que no tiene ni idea de semántica eres tú. Pablo mismo presentó esta experiencia como una visión (1 Corintios 9, 1), como una aparición de jesucristo resucitado (1 Corintios 15, 8) o como una revelación de Jesucristo y su Evangelio (Gálatas 1, 12-16; 1Corintios 2, 10). Pero nunca presentó esta experiencia como una conversión.