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Tema: El INVENTOR DEL INFIERNO

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  1. #1
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    Predeterminado El INVENTOR DEL INFIERNO

    El Papa Francisco revisa la teología del infierno

    Sólo en el siglo VI con San Agustín nace en la Iglesia la idea de una pena para siempre, sin retorno

    La Iglesia oficial defiende desde el siglo XV que el castigo del infierno destinado a los pecadores es “eterno”, idea iniciada en el siglo VI con San Agustín. El Papa Francisco acaba de revisar dicha doctrina católica al afirmar que la Iglesia “no condena para siempre”.

    Sin necesidad de grandes encíclicas, con sus charlas habituales, Francisco está llevando a cabo una revisión de la Iglesia para acercarla a sus raíces históricas.

    El último golpe de gracia lo ha dado en un momento un poco más solemne que en sus charlas habituales con los periodistas. Esta vez ha aprovechado, días atrás, su discurso a los nuevos cardenales para recordarles que el castigo del infierno con el que la Iglesia ha atormentado a los fieles no es “eterno”.

    Según Francisco, en el DNA de la Iglesia de Cristo, no existe un castigo para siempre, sin retorno, inapelable.

    El papa jesuita es licenciado en teología aunque no hizo el doctorado. Quizás de él podría hoy decir el papa dimisionario y doctor en teología, Benedicto XVI lo que afirmaba de su antecesor, el papa polaco, Juan Pablo II: que sabía poca teología.

    Durante una cena informal en Roma, en casa de periodista alemán, amigo suyo, Ratzinger confió, en efecto, a los pocos comensales presentes que el papa Wojtyla “era más poeta que teólogo” y que él, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo que ocupaba entonces, necesitaba revisar sus discursos y documentos papales para que no se le escapara “alguna imprecisión teológica”.

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    Hasta el siglo III la Iglesia nunca defendió la doctrina de la eternidad del infierno
    Francisco es, sin embargo, un fiel seguidor de la teología que se inspira en el cristianismo original, que era, afirma él, no el de la “exclusión” sino el de la “acogida” de todos, incluso de los mayores pecadores. Se inspira en aquel cristianismo antes que la teología liberal del profeta Jesús de Nazaret fuera contaminada por la severa teología aristotélica y racional.

    No fue un lapsus la afirmación de Francisco a los cardenales de que la Iglesia “no condena a nadie para siempre”, que equivale a decir que el castigo de Dios no es “eterno”, ya que las puertas de la Iglesia de la misericordia y del perdón están siempre abiertas para el pecador.

    El papa que está exigiendo a los suyos, empezando por los cardenales, el ir al encuentro de los que el mundo olvida y margina en vez de perder su tiempo en los palacios del poder, sabe que esa doctrina teológica sobre la eternidad e irreversibilidad de las penas del infierno, fue sufriendo cambios a lo largo de la Historia de la Iglesia.

    Hasta el siglo III la Iglesia nunca defendió la doctrina de la eternidad del infierno. Al revés, el exegeta de las Escrituras, Orígenes (250 ) defendió la doctrina de la apocatástasis, según la cual el Dios de los Evangelios perdona siempre. Orígenes se fundaba en la parábola del Hijo pródigo que vuelve a los brazos del padre y es recibido con tanta fiesta que provoca la envidia del hermano bueno y fiel.

    Sólo en el siglo VI empieza a aparecer el concepto de “condena eterna”, sobretodo con San Agustín, el mismo que defendía que los niños muertos sin bautismo tenían que ir al infierno. Ante las protestas de las madres de esos niños, la Iglesia creó la doctrina del Limbo, un lugar donde esos niños “ni gozan ni sufren”, algo completamente ajeno a los Evangelios.

    En nuestros días, el fallecido papa polaco, Juan Pablo II, en el Catecismo de la Iglesia Universal nacido de las discusiones del Concilio Vaticano II, abolió el Limbo. Según comentaron amigos personales del papa, Wojtyla nunca había aceptado que una hermana suya nacida muerta y que no pudo ser bautizada, pudiera no estar en el cielo por haber muerto antes de ser liberada con el bautismo del pecado original.

    La familia del futuro papa era muy católica y fiel a aquella doctrina ni siquiera enterraron el cuerpo de la pequeña por no haber podido recibir el bautismo. Lo confirmó él mismo cuando al hablar de la tumba en la que había querido recoger los restos de toda su familia, puntualizó que había faltado sólo su hermanita “porque había nacido muerta”. La habían echado a la basura.

    Millones de cristianos han sufrido durante siglos oprimidos por la doctrina de un Dios tirano, sediento de castigo y de castigo eterno
    Fue el Concilio de Florencia en el siglo XV quién rubricó definitivamente la doctrina de San Agustín de un castigo y un infierno eterno. Sin embargo, ya en el siglo V, San Jerónimo estaba convencido de que no era conciliable la doctrina del infierno con la misericordia de Dios. Así y todo, se pedía a sacerdotes y obispos que siguiesen defendiendo la doctrina tradicional ”para que los fieles, por temor al castigo del infierno eterno, no pecasen”.

    Hoy, el papa Francisco, ha dado un salto de siglos, se ha colocado al lado de las primeras comunidades cristianas aún empapadas de la doctrina del misericordioso profeta de Nazaret, que había venido “a salvar y no a condenar”.

    Los primeros cristianos sabían que Jesús había sido duro y severo con la hipocresía y con el poder tirano, mientras abrazaba a los marginados por la sociedad bien y a los que la Iglesia oficial de su tiempo tachaba de pecadores.

    Pueden parecer minucias teológicas para los no creyentes, pero son muy importantes para millones de cristianos que durante siglos han sufrido oprimidos por la doctrina de un Dios tirano, sediento de castigo y de castigo eterno.

    Recuerdo que a final de los años 60, tras haber escrito en el diario español PUEBLO un artículo titulado “El Dios en quién no creo”, en el que defendía que los cristianos tenían que escoger entre Dios y el infierno eterno, ya que ambos eran conceptos inconciliables, sufrí un duro interrogatorio por el entonces arzobispo de Madrid, Mons. Casimiro Morcillo que me acusó de “haber escandalizado a los fieles”.

    Aquí en Brasil, el teólogo de la liberación, Leonardo Boff, me contó que cuando hace 16 años, el gran escritor y poeta de Bahia, Joao Cabral de Mello Neto, estaba para morir, a pesar de no ser creyente, le angustiaba en aquella hora la doctrina sobre el miedo al infierno que le habían inculcado en la infancia. Le llamaron para que lo tranquilizara. Boff, que fue condenado al silencio por el Papa Benedicto XVI cuando era Prefecto de la Congregación de la Fe, lo usó con el escritor las mismas palabras que ahora el papa Francisco usa para asegurar que Dios no condena a nadie para siempre.

    Boff le añadió con humor al poeta que alguien capaz de escribir la joya literaria, social y humana de Vida e morte Severina, merecía indulgencia plenaria en la hora de despedirse de la vida.

    El cambio es copernicano. Hoy es un papa como Francisco el que afirma con total naturalidad que el Dios cristiano “no condena a nadie para siempre”, que es como decir que no existen infiernos eternos, una afirmación que hasta hace poco podría haber servido para abrir un proceso contra un teólogo y condenarlo al ostracismo.
    Última edición por Loma_P; 13-dic.-2023 a las 23:14

  2. #2
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    Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
    El Papa Francisco revisa la teología del infierno

    Sólo en el siglo VI con San Agustín nace en la Iglesia la idea de una pena para siempre, sin retorno

    La Iglesia oficial defiende desde el siglo XV que el castigo del infierno destinado a los pecadores es “eterno”, idea iniciada en el siglo VI con San Agustín. El Papa Francisco acaba de revisar dicha doctrina católica al afirmar que la Iglesia “no condena para siempre”.

    Sin necesidad de grandes encíclicas, con sus charlas habituales, Francisco está llevando a cabo una revisión de la Iglesia para acercarla a sus raíces históricas.

    El último golpe de gracia lo ha dado en un momento un poco más solemne que en sus charlas habituales con los periodistas. Esta vez ha aprovechado, días atrás, su discurso a los nuevos cardenales para recordarles que el castigo del infierno con el que la Iglesia ha atormentado a los fieles no es “eterno”.

    Según Francisco, en el DNA de la Iglesia de Cristo, no existe un castigo para siempre, sin retorno, inapelable.

    El papa jesuita es licenciado en teología aunque no hizo el doctorado. Quizás de él podría hoy decir el papa dimisionario y doctor en teología, Benedicto XVI lo que afirmaba de su antecesor, el papa polaco, Juan Pablo II: que sabía poca teología.

    Durante una cena informal en Roma, en casa de periodista alemán, amigo suyo, Ratzinger confió, en efecto, a los pocos comensales presentes que el papa Wojtyla “era más poeta que teólogo” y que él, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cargo que ocupaba entonces, necesitaba revisar sus discursos y documentos papales para que no se le escapara “alguna imprecisión teológica”.

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    Hasta el siglo III la Iglesia nunca defendió la doctrina de la eternidad del infierno
    Francisco es, sin embargo, un fiel seguidor de la teología que se inspira en el cristianismo original, que era, afirma él, no el de la “exclusión” sino el de la “acogida” de todos, incluso de los mayores pecadores. Se inspira en aquel cristianismo antes que la teología liberal del profeta Jesús de Nazaret fuera contaminada por la severa teología aristotélica y racional.

    No fue un lapsus la afirmación de Francisco a los cardenales de que la Iglesia “no condena a nadie para siempre”, que equivale a decir que el castigo de Dios no es “eterno”, ya que las puertas de la Iglesia de la misericordia y del perdón están siempre abiertas para el pecador.

    El papa que está exigiendo a los suyos, empezando por los cardenales, el ir al encuentro de los que el mundo olvida y margina en vez de perder su tiempo en los palacios del poder, sabe que esa doctrina teológica sobre la eternidad e irreversibilidad de las penas del infierno, fue sufriendo cambios a lo largo de la Historia de la Iglesia.

    Hasta el siglo III la Iglesia nunca defendió la doctrina de la eternidad del infierno. Al revés, el exegeta de las Escrituras, Orígenes (250 ) defendió la doctrina de la apocatástasis, según la cual el Dios de los Evangelios perdona siempre. Orígenes se fundaba en la parábola del Hijo pródigo que vuelve a los brazos del padre y es recibido con tanta fiesta que provoca la envidia del hermano bueno y fiel.

    Sólo en el siglo VI empieza a aparecer el concepto de “condena eterna”, sobretodo con San Agustín, el mismo que defendía que los niños muertos sin bautismo tenían que ir al infierno. Ante las protestas de las madres de esos niños, la Iglesia creó la doctrina del Limbo, un lugar donde esos niños “ni gozan ni sufren”, algo completamente ajeno a los Evangelios.

    En nuestros días, el fallecido papa polaco, Juan Pablo II, en el Catecismo de la Iglesia Universal nacido de las discusiones del Concilio Vaticano II, abolió el Limbo. Según comentaron amigos personales del papa, Wojtyla nunca había aceptado que una hermana suya nacida muerta y que no pudo ser bautizada, pudiera no estar en el cielo por haber muerto antes de ser liberada con el bautismo del pecado original.

    La familia del futuro papa era muy católica y fiel a aquella doctrina ni siquiera enterraron el cuerpo de la pequeña por no haber podido recibir el bautismo. Lo confirmó él mismo cuando al hablar de la tumba en la que había querido recoger los restos de toda su familia, puntualizó que había faltado sólo su hermanita “porque había nacido muerta”. La habían echado a la basura.

    Millones de cristianos han sufrido durante siglos oprimidos por la doctrina de un Dios tirano, sediento de castigo y de castigo eterno
    Fue el Concilio de Florencia en el siglo XV quién rubricó definitivamente la doctrina de San Agustín de un castigo y un infierno eterno. Sin embargo, ya en el siglo V, San Jerónimo estaba convencido de que no era conciliable la doctrina del infierno con la misericordia de Dios. Así y todo, se pedía a sacerdotes y obispos que siguiesen defendiendo la doctrina tradicional ”para que los fieles, por temor al castigo del infierno eterno, no pecasen”.

    Hoy, el papa Francisco, ha dado un salto de siglos, se ha colocado al lado de las primeras comunidades cristianas aún empapadas de la doctrina del misericordioso profeta de Nazaret, que había venido “a salvar y no a condenar”.

    Los primeros cristianos sabían que Jesús había sido duro y severo con la hipocresía y con el poder tirano, mientras abrazaba a los marginados por la sociedad bien y a los que la Iglesia oficial de su tiempo tachaba de pecadores.

    Pueden parecer minucias teológicas para los no creyentes, pero son muy importantes para millones de cristianos que durante siglos han sufrido oprimidos por la doctrina de un Dios tirano, sediento de castigo y de castigo eterno.

    Recuerdo que a final de los años 60, tras haber escrito en el diario español PUEBLO un artículo titulado “El Dios en quién no creo”, en el que defendía que los cristianos tenían que escoger entre Dios y el infierno eterno, ya que ambos eran conceptos inconciliables, sufrí un duro interrogatorio por el entonces arzobispo de Madrid, Mons. Casimiro Morcillo que me acusó de “haber escandalizado a los fieles”.

    Aquí en Brasil, el teólogo de la liberación, Leonardo Boff, me contó que cuando hace 16 años, el gran escritor y poeta de Bahia, Joao Cabral de Mello Neto, estaba para morir, a pesar de no ser creyente, le angustiaba en aquella hora la doctrina sobre el miedo al infierno que le habían inculcado en la infancia. Le llamaron para que lo tranquilizara. Boff, que fue condenado al silencio por el Papa Benedicto XVI cuando era Prefecto de la Congregación de la Fe, lo usó con el escritor las mismas palabras que ahora el papa Francisco usa para asegurar que Dios no condena a nadie para siempre.

    Boff le añadió con humor al poeta que alguien capaz de escribir la joya literaria, social y humana de Vida e morte Severina, merecía indulgencia plenaria en la hora de despedirse de la vida.

    El cambio es copernicano. Hoy es un papa como Francisco el que afirma con total naturalidad que el Dios cristiano “no condena a nadie para siempre”, que es como decir que no existen infiernos eternos, una afirmación que hasta hace poco podría haber servido para abrir un proceso contra un teólogo y condenarlo al ostracismo.

    Bueno como la fabula de los eternos fuegos que queman espíritus invisibles se fue a el carajo, que van hacer con el diablo ? Lo van aceptar de fabula también o sera perdonado también por no haber matado tanta gente y por no crear el mal ? Quizás se mude a el cielo también, pues puede entrar cuando se le plazca sin que el Dios que todo lo sabe se dé cuenta.



    : )



    Ya no es necesario arrodillarse toda la vida para recibir colchon y caviar, hasta el diablo llegara un dia a ser parte de tal.

    Última edición por VX8; 19-ago.-2022 a las 12:04

  3. #3
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    Cita Iniciado por VX8 Ver Mensaje
    Bueno como la fabula de los eternos fuegos que queman espíritus invisibles se fue a el carajo, que van hacer con el diablo ? Lo van aceptar de fabula también o sera perdonado también por no haber matado tanta gente y por no crear el mal ? Quizás se mude a el cielo también, pues puede entrar cuando se le plazca sin que el Dios que todo lo sabe se dé cuenta.



    : )



    Ya no es necesario arrodillarse toda la vida para recibir colchon y caviar, hasta el diablo llegara un dia a ser parte de tal.

    Este dios!! a unos se los cepilla por no hacer los sacrificios correctamente y a su amado satanás lo deja suelto, libre y sin castigo.

  4. #4
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    Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
    Este dios!! a unos se los cepilla por no hacer los sacrificios correctamente y a su amado satanás lo deja suelto, libre y sin castigo.
    ¿Acaso no hay padres que su "ojito derecho" es el hijo más sinvergüenza del barrio? ¿Acaso no fue Sansón, chulo donde los haya, íntimo amigo de Jehová? El malo de la peli tiene que existir hasta el final de la peli, de lo contrario, la peli perdería interés.
    La realidad es que la peli todavía no ha concluido y, conforme se están desarrollando las cosas, no parece que Jehová, con sus ángeles trompeteros, vayan a poder ganar la batalla del Armagedón. Una cosa es querer y otra es poder.

    La Verdad nos hará libres.

  5. #5
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    Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
    ¿Acaso no hay padres que su "ojito derecho" es el hijo más sinvergüenza del barrio? ¿Acaso no fue Sansón, chulo donde los haya, íntimo amigo de Jehová? El malo de la peli tiene que existir hasta el final de la peli, de lo contrario, la peli perdería interés.
    La realidad es que la peli todavía no ha concluido y, conforme se están desarrollando las cosas, no parece que Jehová, con sus ángeles trompeteros, vayan a poder ganar la batalla del Armagedón. Una cosa es querer y otra es poder.

    La verdad es que el malo ganó desde el minuto uno de la peli, creó a los ángeles y perdió a la mitad, creó a los hombres y perdió al primero, al segundo y al resto.

    ¡¡Qué desastre de película!!

  6. #6
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    Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
    La verdad es que el malo ganó desde el minuto uno de la peli, creó a los ángeles y perdió a la mitad, creó a los hombres y perdió al primero, al segundo y al resto.

    ¡¡Qué desastre de película!!
    Se está anunciando tan cercano el Último Día, que es posible que algún espabilado ponga una casa de apuestas para apostar por el resultado de Armagedón.
    En todas las calamidades hay gente que se forra. Es un dogma económico.
    La Verdad nos hará libres.

  7. #7
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    El infierno es cónico


    Según las descripciones de Dante, el infierno está compuesto por nueve círculos concéntricos, que se van achicando y enterrando más profundamente en dirección al centro de la Tierra. La condena en cada uno de ellos dependenderá de los pecados que se hayan cometido, con círculos dedicados a los glotones, los herejes, los estafadores.

    El punto céntrico de la superficie del cono es Jerusalén. El río Aqueronte recorre el infierno y lo separa del mundo exterior. Fuera de allí, pero aún dentro del paisaje, están las personas que nunca hicieron nada bueno ni malo en su vida. Se les castiga por su neutralidad y están destinados a correr por la eternidad, mientras son perseguidos por avispas y gusanos que se beben su sangre.


  8. #8
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    Nada de San Agustín.

    Citando lo que haría Jesús al final de los tiempos Juan el bautista nos dice:
    Mat_3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

    Palabras de Jesús:

    Mar 9:43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,
    Mar 9:44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

    Y en la Revelación que Jesús le dio a Juan en el Apocalipsis leemos:

    Apo_20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
    Apo_21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

    Así que nada de San Agustín ni que pamplinas, es doctrina del siglo primero.

    En Apocalipsis leemos:

    Apo 14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
    Apo 14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
    Apo 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
    Biblia RV1960

    Iniciado por maxicastag

    Y para rematar a tu ignorancia bíblica te traigo un pasaje del libro de Daniel de como cinco siglos antes de Cristo en el cual ya nos hablaba de la condenación eterna:

    Dan 12:2 y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas.

    Biblia NVI

  9. #9
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    Cita Iniciado por maxicastag Ver Mensaje
    Nada de San Agustín.

    Citando lo que haría Jesús al final de los tiempos Juan el bautista nos dice:
    Mat_3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

    Palabras de Jesús:

    Mar 9:43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,
    Mar 9:44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

    Y en la Revelación que Jesús le dio a Juan en el Apocalipsis leemos:

    Apo_20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
    Apo_21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

    Así que nada de San Agustín ni que pamplinas, es doctrina del siglo primero.

    En Apocalipsis leemos:

    Apo 14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
    Apo 14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
    Apo 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
    Biblia RV1960

    Iniciado por maxicastag

    Y para rematar a tu ignorancia bíblica te traigo un pasaje del libro de Daniel de como cinco siglos antes de Cristo en el cual ya nos hablaba de la condenación eterna:

    Dan 12:2 y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas.

    Biblia NVI
    Jesus no escribió una letra, porque el evangelio de jesus no existe.

  10. #10
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    Cita Iniciado por maxicastag Ver Mensaje
    Nada de San Agustín.

    Citando lo que haría Jesús al final de los tiempos Juan el bautista nos dice:
    Mat_3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

    Palabras de Jesús:

    Mar 9:43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,
    Mar 9:44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

    Y en la Revelación que Jesús le dio a Juan en el Apocalipsis leemos:

    Apo_20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
    Apo_21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

    Así que nada de San Agustín ni que pamplinas, es doctrina del siglo primero.

    En Apocalipsis leemos:

    Apo 14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
    Apo 14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
    Apo 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
    Biblia RV1960

    Iniciado por maxicastag

    Y para rematar a tu ignorancia bíblica te traigo un pasaje del libro de Daniel de como cinco siglos antes de Cristo en el cual ya nos hablaba de la condenación eterna:

    Dan 12:2 y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas.

    Biblia NVI
    No te enteras de ná.

    Los griegos y la mitología de Mesopotamia ya hablaban del infierno mucho antes que el cristianismo. Realmente el infierno de los cristianos es un plagio de estas dos religiones.

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