Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
Un dato que puede resultar interesante es que únicamente en el año 334 el Papa Julio I dictaminó que Jesús había nacido el 25 de diciembre. No era, como podría creerse, una fecha escogida al azar por cuanto dicha fecha coincidía con las festividades que se realizaban en muchos pueblos durante el solsticio de invierno: las ceremonias vikingas en honor de Odín, las Saturnalias romanas, el nacimiento del dios Indoiraní Mitra, etc. De ahí que el nacimiento de Jesús El Cristo haya sido fácilmente asimilado al retorno del sol, al regreso de la luz.

Al rito pagano del nacimiento del sol y su transformación en el nacimiento de Jesús se le fueron incorporando muchos elementos externos y propios de otras culturas, tal el caso del árbol al que muchos pueblos le rendían culto por considerarlo sagrado por distintos motivos, “el más común, desde Grecia hasta Noruega era el roble, pero con el devenir del cristianismo se cambió al inconmovible roble por el abeto pues, según los misioneros, la forma triangular de la enramada correspondía al Padre, el Hijo y el Espíritu santo. Este tres mágico caló muy bien en todas partes ya que era un numero venerado por muchos pueblos miles de años antes de la “venida” de Jesús, y de esta manera bastante singular se impuso el abeto y con el correr de los siglos el pino”.

Igual análisis podemos hacer de Papá Noel, los Reyes Magos, los animales que “rodearon” a Jesús en su nacimiento en una cueva –hecho que solo se encuentra en los Evangelios Apócrifos- y que responden, como hemos dicho, a formas de educación primitivas que obedecieron a ciertos momentos de la historia humana, enmarcados por un deseo vehemente de simbolizar sus esperanzas, deseos, frustraciones y anhelos.

"Y dio a luz a su hijo, el primogénito, y lo envolvió con bandas de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en el lugar de alojamiento".

Debido al censo, el pueblo estaba lleno de gente. Muchos otros habían llegado antes que ellos, y no había espacio en el lugar de hospedaje. Así que no les quedó más remedio que pasar la noche en un establo.Así es, este fue el primer hijo de María, quien por lo menos tuvo otros Marcos 6:3.

Pero la realidad es otra. Para empezar, el pesebre es un cajón donde se echa la comida a los animales. Además, la familia se encontraba en un establo, un lugar que ni siquiera hoy se caracteriza por estar limpio y ventilado.

En el siglo VIII a.E.C., el profeta Miqueas predijo que este gran gobernante nacería en una aldea insignificante llamada Belén. Aunque en Israel había dos lugares con ese nombre, la profecía especificó cuál sería: Belén Efrata, donde había nacido el rey David. Miqueas 5:2. José y María, los padres de Jesús, residían en Nazaret, a unos 150 kilómetros al norte de Belén. No obstante, cuando María estaba embarazada de Jesús, el gobernante romano César Augusto ordenó que todos sus súbditos se inscribieran en sus ciudades de origen. Así que José tuvo que desplazarse a Belén con su esposa encinta, y allí nació Jesús. Lucas 2:1-7.