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Hace algunos meses, contrate los servicios de la Doctora SEDIT y resultó ser muy buena en lo que hace, quedé muy contenta con sus servicios. Mi caso era delicado, pues yo tuve un desliz con un compañero de trabajo y mi prometido se enteró, la verdad no tengo excusas, actué muy mal, esta experiencia me hizo ver que definitivamente mi prometido es el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida, pero el ya no quería nada conmigo y con toda razón, suplique, rogué, me arrodille, lloré, pero nada el había roto nuestro compromiso y no parecía que quisiera verme nunca más. Estaba muy desesperada. Una tía que siempre ha estado en estas cosas de brujería y ocultismo, me dijo que habían unos rituales llamados amarres que si lo hacía un profesional eran muy efectivos, le pedí que me ayudara a encontrar a alguien y ella me recomendó a la Doctora Sedit, le escribí al número de whatsapp +1 347 916 3111 y al correo [email protected], que fueron los datos de contacto que consiguió mi tía, ella me hizo un estudio y sin yo decirle nada ella dijo todo lo que yo había hecho, me dio un poco de pena, pero más importante era ver si podía recuperar a mi amor. Me dijo que si me podía ayudar, que no sería tan sencillo pero si posible, eso me bastó. Contrate sus servicios y a los días mi prometido comenzó a dar señales de avance, comenzó a preguntarles a amigos en común por mí, luego me escribió, luego llamó, y ya luego quedamos en vernos. Lo cierto es que después de varios encuentros el decidió darme otra oportunidad, ahora nuestra relación esta fortalecida, yo estoy totalmente comprometida a no permitir que esto se acabe. Sin la ayuda de Sedit esto no sería posible. Estaré siempre agradecida por esta segunda oportunidad.
Hola, buen día.
¿Qué edad tienes Yesica?
¿A qué te dedicas?
¿Cuánto te costaron los servicios contratados?
¿Cuál fue el aprendizaje obtenido de tu caso?
Saludos.
Maldito Sartre....
“El alma humana es una caja de donde siempre puede saltar un payaso haciéndonos mofas y sacándonos la lengua, pero hay ocasiones en que ese mismo payaso se limita a mirarnos por encima del borde de la caja, y si ve que, por accidente, estamos procediendo según lo que es justo y honesto, asiente aprobadoramente con la cabeza y desaparece pensando que todavía no somos un caso perdido.”
- José Saramago, El Doble