EN USA Y BRASIL
Combinación peligrosa: el evangelismo extremo, el poder político y el Coronavirus


Mientras la mayoría de los países del mundo están atravesados por regulaciones de aislamiento obligatorio o distanciamiento social, ciertos sectores de la sociedad deciden desafiar a la ciencia y quitarle importancia al virus que ya contagió a casi 2 millones de personas a nivel internacional. Uno de estos sectores es la Iglesia Evangélica y algunos pastores que deciden continuar con los encuentros religiosos, es así que en el Estado de Virginia, Estados Unidos, uno de ellos murió luego de contagiarse con COVID-19. Si bien este es un sector protegido por gobiernos como el de Donald Trump o Jair Bolsonaro en Brasil, en este caso parece ser necesario prestarle atención a los expertos.

Durante la misa de Pascuas en la Iglesia Evangelística Nueva Liberación en Chesterfield, Virginia, Estados Unidos, se dio a conocer el fallecimiento del pastor: Gerald O. Glenn, uno de los más reconocidos en el estado y a nivel nacional. El mismo había sido noticia en el país semanas antes cuando fue uno de los líderes del evangelismo que decidió desoír las recomendaciones de los expertos de la ciencia en cuanto al Coronavirus ya que aseguró que la única forma que dejaría de dar misa sería si está en un hospital o en la cárcel.

Aunque al parecer esta vez la medicina fue más sabia que la fe. Algunos pastores en el estado de Florida había sido arrestado hace casi un mes porque justamente decidió ir en contra de las regulaciones estatales, y claro que no fue el único. Sin embargo, semanas más tardes cuando los demás líderes de la Iglesia, hasta el Papa Francisco y las autoridades musulmanas en Irán y Arabia Saudita donde se cerraron mezquitas, se vieron obligados a ceder ante el Coronavirus, ya era muy tarde para Glenn.
Claro que situaciones como estas siempre sorprenden y despiertan preguntas históricas que tienen lugar hace cientos de años: ¿hasta que punto es la fe más fuerte que la ciencia?. "Creo firmemente que Dios es más grande que este temido virus", había dicho Glenn en una de sus predicaciones publicadas en un sitio web de un canal de televisión estatal que luego fue eliminado debido a que difundía información falsa y confusa sobre cómo hay que actuar frente a una pandemia.

Casos como estos llevan directamente a mirar la imagen más grande teniendo en cuenta que los grandes líderes del mundo como Donald Trump y Jair Bolsonaro también son movidos por la religión y el evangelismo específicamente. Tal es así que cuando en Brasil se declaró finalmente la cuarentena, el presidente decidió excluir a las iglesias evangélicas como si fueran un lugar seguro donde el virus no ingresa. Esto ocurrió luego de que Bolsonaro asegure que Brasil se salvará de la epidemia porque está protegido por Dios y "es fuerte". Aunque la situación actual es algo distinta: en el país más grande de América Latina ya se registraron más de 24.000 casos y 1.300 fallecidos. Pero a pesar de los datos, el mismo asegura que la Iglesia es el lugar de refugio para muchas personas, que si bien es algo peligroso, también es algo cierto. Al mismo tiempo, este martes 14/04 dijo:" estamos en el país cristiano más importante del mundo, vivimos un momento difícil y sabemos bien quién nos puede curar, Dios por encima de todo. Siempre”. Esto mismo despertó una mayor fricción entre el presidente y su Ministro de Salud. Recordemos que el encargado de la salud a nivel nacional, Luiz Henrique Mandetta, se enfrentó con el presidente en un principio debido a su negativa de imponer la cuarentena total y por supuesto su constante descreimiento hacia la pandemia. Además teniendo en cuenta que el presidente tomó una posición al parecer inamovible de preservar la economía antes que la salud. Si bien el mismo aseguró que existen desacuerdos, desmintió cualquier tipo de grieta y aseguró que el enemigo principal tanto para la salud como para la economía es el Coronavirus y en ese caso están todos en la misma vereda.