han desarrollado una industria. «Alrededor de este credo existe todo un mercado que
invita y motiva a través de la música y la moda en el vestir, como la que presenta la
exitosa marca Joyaly, en la que hay reglas de decoro pero al mismo tiempo se aporta
estilismo de inspiración en las colecciones europeas que adaptan a las exigencias del
culto»17.
Las iglesias evangélicas tienen mayor o menor aceptación según el carisma y el trabajo
de sus pastores, quienes visitan distintos sectores, del mismo modo que lo haría una
empresa comercial; dada la amplia oferta con la que cuentan, la gente siempre termina
encontrando una a su gusto. Así, existe una iglesia para hinchas del futbol, la «Iglesia de
los Atletas de Cristo», otra destinada a los surfistas, el «Templo Bola de Nieve», y hasta
una de heavy metal (Crash Church), y los seguidores de la Iglesia Universal tienen hasta
una milicia denominada los «Gladiadores del Altar» cuyo lema es «hacer que el infierno
tiemble»