Los profetas fueron unos agoreros y tumbaollas.
Ni los judíos expertos en Sagradas Escrituras supieron nunca qué querían decir.
Así les pasó. A la puta calle (Adriano).
De hecho ni los profetas fueron ...
Ni los judíos fueron ni son ...
Pero no guanajerías como las tuyas, como tú desciendes de una chuleta del primer hombre.
Ese hombre que fue fabricado con barro, escupos y tufo divino.
Pero no guanajerías como las tuyas, como tú desciendes de una chuleta del primer hombre.
Ese hombre que fue fabricado con barro, escupos y tufo divino.
¡Jamás COMA LAS MÍAS!
SON MÁS SIMILARES A LAS TUYAS.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)