Está escrito: "viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí" (Juan 16:2-3) Definitivamente Jesús puso el punto bien alto para que se entendiera que jehová nada tiene con él; más la iglesia con la inquisición mató miles; y los sacerdotes, ministros y capellanes militares bendicen las armas con las que se mata a los semejantes.