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Tema: La misericordia nos enseña a tenerlo todo en común...

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  1. #1
    Fecha de Ingreso
    20-septiembre-2018
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    Predeterminado La misericordia nos enseña a tenerlo todo en común...

    LA MISERICORDIA NOS ENSEÑA A TENERLO TODO EN COMÚN...

    Los dictadores codiciosos de las naciones no aman la misericordia, y obligan y condenan a los inocentes indefensos a la esclavitud y a los sacrificios..., y así vivían los pueblos del mundo antes de Jesucristo... Entonces, Jesucristo que es Dios y que quiere la misericordia así les dijo:

    "Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)

    Y a un rico Jesucristo así le dijo:

    "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.

    Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios". (Mateo 19:16-24)


    Y así, siguiendo estas enseñanzas de Jesucristo, los apóstoles y primeros cristianos lo tenían todo en común (Hechos de los apóstoles 2 y 4) ...


    Pero después de los primeros siglos las religiones llamadas "cristianas" dominadas por los poderosos dictadores de las naciones, dejaron de vivir la comunidad de bienes que vivieron los primeros cristianos y se volvieron a las viejas leyes del mundo.

    La Ley y los mandamientos de Dios que fueron entregados al mundo en tiempos de Moisés, después de los años y los siglos fueron cambiados por los escribas judíos que reescribieron las leyes antiguas del viejo testamento, así como nos dicen los profetas Jeremías e Isaías.

    Entonces, fueron los escribas antiguos después de Moisés los que cambiaron los mandamientos de Dios, y de esta forma el viejo testamento en tiempos de Jesucristo estaba cargado de preceptos y tradiciones de hombres que Dios no había mandado. Los profetas nos dicen:

    "...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).

    "Así ha dicho Yavé el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella. Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos". (Ezequiel 5:5-6)

    "Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno" (Isaías 24:5-6).

    Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también les dijo a los escribas y fariseos que estaban enseñando mandamientos de hombres:

    "Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
    Este pueblo de labios me honra;
    Mas su corazón está lejos de mí.
    Pues en vano me honran,
    Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres
    ". (Mateo 15,7-9

    Uno de estos mandamientos de hombres del viejo testamento judío que no coincide con lo que enseña Jesucristo en el Evangelio, es el décimo mandamiento que justifica el que haya hombres que se hagan ricos con pleno derecho a sus propiedades y sus frutos, mientras muchos no tienen nada o viven en la miseria.

    Las leyes del viejo testamento en el décimo mandamiento judío así dicen:

    No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Deuteronomio 5:1-22)...

    Según este mandamiento judío, yo no debo desear nada de mi prójimo aunque yo no tenga nada, y mi prójimo sí puede desear todo lo que tienen sus prójimos, y hasta su vida, teniéndolos como esclavos... Esto es una gran contradicción que nos hace reflexionar muy profundamente sobre las leyes del viejo testamento. Este mandamiento es una contradicción en si mismo y no guarda relación con la Ley que nos enseña Jesucristo en el Evangelio. Este mandamiento contradice totalmente la enseñanza misericordiosa de Jesucristo.

    Si yo no debo desear nada que pertenece a mi prójimo (como dice el décimo mandamiento de la ley judía), entonces mi prójimo tampoco debe desear tener a su prójimo de esclavo, PORQUE LE QUIERE QUITAR LA LIBERTAD... Y la libertad es un gran tesoro que pertenece a cada hombre, entonces se le quita un gran tesoro.


    Cada hombre debe repartir con igualdad todo lo que tiene con sus prójimos para que todos vivan con más alegría y nadie se haga más grande que nadie, y para que nadie viva a costa de la esclavitud de los demás..., para que así se cumpla lo que nos dicen los mandamientos de Jesucristo:

    "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)

    Jesucristo también dice:

    "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres"


    ¿Cómo voy a amar a mi prójimo como a mí mismo si yo no reparto con él todo lo que tengo para que él viva como yo vivo?... Si mi prójimo es como si fuera yo mismo, mi prójimo debe disfrutar de la libertad que yo disfruto, del respeto que a mí se me tiene..., y también debe gozar de todo lo que yo quiero gozar.Si yo debo amar a mi prójimo como a mí mismo, entonces no lo puedo tener como un esclavo. Así que el décimo mandamiento judío contradice lo que Jesucristo nos manda en esos dos mandamientos ("Amarás a tu prójimo como a ti mismo" y "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres").

    Mal hicieron los judíos antiguos, al olvidarse de escribir en los diez mandamientos estos dos mandamientos tan importantes y piadosos de la Ley de Dios como los enseña Jesucristo.

    Pero este mandamiento tan falto de misericordia:


    No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Deuteronomio 5:1-22)...

    ¿Es que solo era vivido entre los judíos y cuando vino Jesucristo ya se dejó de vivir?... NO... pues este precepto del derecho a las propiedades de los dictadores que dominaban en las naciones, se ha seguido imponiendo siempre en todas las naciones.

    Sigue.....

    Última edición por misericordia; 25-feb.-2022 a las 13:31

    Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...

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