Porque las que se denominan virtudes teologales son los de los cinturones bomba, la radicalidad y el extremismo.
Antes de la bombas eran más virtuosos del fuego y gustaban de quemar a propios y a extraños en hogueras, o de abusar de los niños, o de robar propiedades a los ya quemados, abusados y condenados.
Nada más criminal en este mundo que las virtudes y las morales teológicas.