Iniciado por
KIMO
No creo que el sol se apagara.
La biblia prometa que la tierra existirá para siempre,
y que el hombre podrá vivir eternamente, aquí en la tierra.
Dios decide que estrella se apagara.
Esta estrella llamada sol
es muy importante,
sin ella, la promesa de Jehová no se cumple,
y eso es imposible.
Todo lo que ha prometido en el pasado
se cumplió
no tenemos razón para pensar
otra cosa.
Así es. Estas personas no creen en las promesas bíblicas, y es lo mismo que decir que en realidad no creen en Jehová Dios, nuestro Creador. Ellos dicen ser "cristianos", dicen "creer" en un Creador, pero en el fondo no creen en nada, ni saben nada, ni están dispuestos a servir al Creador ... con sus comportamientos demuestran que en realidad no les importa nada que tenga que ver con Dios.
Es obvio que si la Escritura dice que las personas vivirán para siempre sobre el planeta tierra, entonces ese "para siempre" implica la existencia eterna de nuestra estrella, el sol, que nos entrega energía para sostener la vida aquí, el único lugar del Universo del que se sabe que sostiene la vida. Es obvio que nuestra estrella NO ES como cualquier otra, o de otro modo las mismas condiciones terrestres ya se habrían descubierto en algún planeta de alguna otra de los miles de estrellas que hasta ahora se conocen.
Es obvio que las condiciones exactas en que la vida humana sobrevive aquí, fueron puestas de manera precisa y especial aquí. Por tanto, comparar otras estrellas y lo que sucede con ellas, con lo que sucede en nuestro sistema planetario y nuestro sol, es ridículo.
Última edición por Eli_yahu; 28-ene.-2022 a las 11:37
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.