Lo primero que pienso al despertar y el último suspiro al dormir, eso eres tú ahora para mí, ese conjunto de esperanzas que tenía muertas y escondidas en un baúl, en el último piso de mi palacio de cristal... Eres y serás siempre eso que buscaré y no encuentro en nadie, esa espina en mi corazón, esa herida en mi alma ese dolor de amor...
Si, el dolor de mi amor, ya que la gente piensa que el amor es una novela rosa y cursi donde todo va de maravilla, y ambos sabemos que no es así.

El amor es una guerra constante contra el mundo, contra todo, y lo único que vale es tener a esa persona que te cubra, que te apoye, que te cure, que esté ahí para ser la espada y escudo...

Yo quiero ser tu espada y tú escudo, una silla para tus pasos cansados, el agua para tu sed, el pan para tu hambre, el aire para tu aliento, el motivo de tu sonrisa y de tus lágrimas también por qué siendo sinceros, sabemos que hay días malos y días peores. Pero yo quiero estar ahí contigo, en las buenas y en las malas, en una comunión perfecta de altas y bajas, no te prometo una vida que no puedo darte, pero prometo darte lo mejor que tenga para sobrevivir a estos tiempos de locura...