Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
Revelación 1:8 dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios [BJ; “Jehová Dios”, NM],
‘Aquel que es, que era y que va a venir’, el Todopoderoso”.
Aunque el versículo anterior habla de Cristo Jesús,
está claro que en el versículo 8 el título se aplica al Dios “Todopoderoso”.
Alfa y Omega:
¿A quién pertenece debidamente este título? UUUUUU, VAMOS A VER


1) En Revelación 1:8 se dice que pertenece a Dios, el Todopoderoso.
En el versículo 11 de acuerdo con VV (1977)
este título se aplica a uno que, según la descripción que de él se da, resulta luego ser Jesucristo.
Pero los escriturarios reconocen que la referencia que se hace a Alfa y Omega en el versículo 11 es espuria,
y por eso no aparece en VM, BJ, CI, TA, NC.

2) Muchas traducciones de Revelación al hebreo reconocen que aquel a quien se describe en el versículo 8 es Jehová,
y por eso restituyen el nombre personal de Dios allí. Véase NM, 1984, edición con referencias, en inglés.

3) Revelación 21:6, 7 indica que los cristianos que son victoriosos
en sentido espiritual han de ser ‘hijos’ de aquel a quien se conoce como el Alfa y la Omega.
Jamás se dice eso respecto a la relación que tienen con Jesucristo los cristianos que son ungidos con el espíritu.
Jesús los llamó sus ‘hermanos’ (Heb. 2:11; Mat. 12:50; 25:40).
Pero a esos ‘hermanos’ de Jesús se les llama “hijos de Dios” (Gál. 3:26; 4:6).

4) En Revelación 22:12, TEV inserta el nombre Jesús, de modo que parezca
que la referencia al Alfa y la Omega del versículo 13 aplica a él.
Pero el nombre Jesús no aparece allí en el griego, y otras traducciones no lo incluyen.

5) En Revelación 22:13 también se dice que el Alfa y la Omega es “el primero y el último”,
expresión que se aplica a Jesús en Revelación 1:17, 18.
De modo similar, la expresión “apóstol” se aplica tanto a Jesucristo como a algunos de sus seguidores.
Pero esto no prueba que sean la misma persona ni que sean de igual rango o nivel, ¿verdad? (Heb. 3:1.)
Por eso, las pruebas llevan a la conclusión de que el título “Alfa y Omega” aplica al Dios Todopoderoso, el Padre, no al Hijo.