AQUÍ EL ESPÍRITU SANTO SE COMPARA A VIENTO
ALIENTO, NO PERSONA

Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
(Hechos 2:2) De repente se oyó un ruido desde el cielo, como el de una fuerte ráfaga de viento,
y llenó toda la casa donde estaban sentados.
(Hechos 2:4) Todos se llenaron de espíritu santo
y comenzaron a hablar en diferentes idiomas, así como el espíritu los capacitaba para hablar.

?Según este versículo, el Espíritu Santo es el aliento de Jesús.

“Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.”
(Juan 20:22 Reina-Valera 1960)


?Aquí Jesús se refiere que el Espíritu Santo es un regalo del Padre. Al menos le compara con una dádiva.

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”

(Lucas 11:13 Reina-Valera 1960)
Sin embargo, no es raro que en las Escrituras se personifique algo que en realidad no es una persona.
En el libro de Proverbios (1:20-33; 8:1-36) se personifica a la sabiduría,
y en el hebreo original, así como en las traducciones españolas, se le da el género femenino.
La sabiduría también está personificada en Mateo 11:19 y Lucas 7:35 y se dice que tiene “obras” e “hijos”.

Cuando el apóstol Pablo habla del pecado, la muerte y la bondad inmerecida,
los personifica como “reyes”
. (Ro 5:14, 17, 21; 6:12.)

Dijo que el pecado ‘recibía incentivo’, ‘obraba codicia’, ‘seducía’ y ‘mataba’. (Ro 7:8-11.)
Sin embargo, es obvio que Pablo no quería decir que el pecado fuese en realidad una persona.



De igual manera, las palabras de Jesús registradas en Juan con respecto al espíritu santo
deben considerarse teniendo en cuenta el contexto.

Jesús personificó al espíritu santo cuando dijo que era “un ayudante”,
que en griego es el sustantivo masculino pa·rá·kl?·tos.
Por lo tanto, es apropiado que cuando Juan menciona las palabras de Jesús,
utilice pronombres personales masculinos para referirse al espíritu santo en su función de “ayudante”