Aunque muchas personas consideren que el Halloween es una diversión inofensiva,
la verdad es que las prácticas asociadas a esta celebración no lo son.
La Biblia dice claramente:
“Nadie entre los tuyos deberá [...]
servir de médium espiritista o consultar a los muertos” (
Deuteronomio 18:?10-12,
Nueva Versión Internacional).
Y también advierte:
“No quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios.
Ustedes no pueden beber de la copa del Señor, y también de la copa de los demonios” (
1 Corintios 10:?20, 21,
Reina-Valera Contemporánea).