Bendiciones.
Te sugiero que consideres los comentarios anteriores que te escribí. Por ejemplo, aquél donde menciono que uno de los motivos por los que no se conoce la pronunciación del santo nombre de nuestro Dios, es porque se dejó de pronunciar.
El hebreo no ha sido solamente textual, sino también oral, debido a que la religión se ha practicado incluso después de la destrucción del templo por Roma. El judaísmo, con sus variantes, ha sido oral, han leído las escrituras antiguas (ahora copias) a lo largo de la historia. Siempre ha habido quien lea Moshé, como antes, según entiendo.
Aún así, por el paso del tiempo, no descarto que hayan diferencias fonéticas.
Para concluir, pienso que cuando se supone algo, por lo menos alguna idea se tiene.