Leyendo el discurso de Pedro, no hay duda que creía que estaba en los Últimos Días. Vean:

15 Porque estos no están borrachos como ustedes suponen, pues apenas es la hora tercera; 16 sino que esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel:

17 “Y sucederá en los Últimos días”, dice Dios,
“Que derramaré de Mi Espíritu sobre toda carne;
Y sus hijos y sus hijas profetizarán,
Sus jóvenes verán visiones,
Y sus ancianos soñarán sueños;
18 Y aun sobre Mis siervos y sobre Mis siervas
Derramaré de Mi Espíritu en esos días,
Y profetizarán.
19 Y mostraré prodigios arriba en el cielo
Y señales abajo en la tierra:
Sangre, fuego y columna[k] de humo.
20 El sol se convertirá en tinieblas
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día grande y glorioso[l] del Señor.
21 Y sucederá[m] que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo”.
(Hechos 2:15-21 Nueva Biblia de las Américas)