Leyendo varias veces lo de Ananías y Safira, descubre uno que lo verdaderamente dramático es cómo los enterraron. Al instante.
¿Y si por el sobresalto les había dado una apoplejía? ¡Los pudieron enterrar vivos!
¿Por aquel entonces nadie comprobaba al difunto?


"Escuchar Ananías estas palabras y caer muerto al suelo fue todo uno, por lo que cuantos lo oyeron quedaron sobrecogidos de temor. 6 En seguida se acercaron unos jóvenes, amortajaron el cadáver y lo llevaron a enterrar".

[...]¿Por qué os habéis confabulado para provocar al Espíritu del Señor? Escucha, ya se oyen a la puerta los pasos de los que vuelven de enterrar a tu marido; ahora te llevarán a ti.
10 Al instante cayó a sus pies y expiró. Cuando entraron los jóvenes, era ya cadáver; así que se la llevaron y la enterraron junto a su marido.