¿Cuál fué el pacto a que se refirió Jesús en conexión con su sangre,
y de este modo qué indicó él que iba a efectuarse en el futuro cercano?
Al tiempo de celebrarse la cena del Señor ese pacto de la Ley había estado en operación
más de mil quinientos años, pues se había puesto en vigor por el derramamiento de la sangre de víctimas animales.
De esto el apóstol Pablo dice: “Ni el pacto anterior fue inaugurado sin sangre.
Porque cuando todo mandamiento de acuerdo con la Ley se hubo pronunciado por Moisés
a toda la gente, él tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos con agua y lana escarlata e hisopo
y roció el libro mismo y a toda la gente, diciendo: ‘Esta es la sangre del pacto
que Dios ha puesto como carga sobre ustedes.’
Y roció también la tienda y todas las vasijas del servicio público con la sangre.
Sí, casi todas las cosas se limpian con sangre de acuerdo con la Ley,
y a menos que se derrame sangre, ningún perdón se efectúa.” (Heb. 9:18-22)