*Fue un doloroso email...*

El poco equilibrio que he conseguido en este tiempo tambalea, porque sé que dejé algo inconcluso, un te quiero, una disculpa, una propuesta indecorosa, un final…
¿Qué sé yo?

Entonces reapareces sacudiéndolo todo y es horrible. Habías estado bien tras bambalinas, pero un like es el detonante.


He conocido tres tipos de amor, el primero fue juvenil, tempestuoso y lleno de errores propios de los adolescentes. El segundo estuvo lleno de admiración, cariño, respeto y unas ganas tremendas de contártelo todo y saberlo todo. El tercero es algo sobrio y oscuro, que aún no logro definir; carece de enamoramiento, pero es lo que puedo dar; lo menciono porque el segundo opaca al tercero.


No puedo evitar hacerme preguntas durante el insomnio o fantasear con tu vida. Lo que si pude hacer es alejarme.
Aquí es cuando desapareces y te va poca madre el resto de tu vida, yo prometo dejar de encontrarte en otras personas y de susurrar tu nombre en los momentos mas inoportunos y ni hablar de escribirte.

Creo que es un trato justo.