El problema que tienen los cristianos es creer que todo lo que está escrito en los evangelios ha sido escrito por los evangelistas.

Los evangelios posiblemente hayan sido los libros en los que más personas hayan intervenido en su confección y copia.

No sería absurdo pensar que muchos debates entre cristianos, sobre pasajes o versículos, se deban a que alguien introdujo algo que le gustaba o le convenía.

Todos sabemos que, si tenemos un amigo al que conocemos desde la niñez, no puede cualquier persona venir contando patrañas de él. Habrá puntos que digamos: “Mi amigo no pudo decir o hacer eso”.

He observado que los cristianos no conocen a Jesús. De los evangelios sacaron un montón de versículos que utilizan para sus debates; pero no conocen a Jesús.

Por los evangelios sabemos que Jesús trataba con toda clase de personas. Incluso le reprocharon que tratara con la capa más baja de la sociedad. Y trataba con las capas más altas: tenía amigos ricos.

Aunque usemos un minímo la lógica, y no mucho de sentido común, podemos afirmar que Jesús nunca discriminó a los ricos.

Por muy perdidos que fueran a estar, son parte de los que principalmente vino a salvar.

¿Algún buen cristiano puede imaginarse a Jesús maldiciendo a los ricos, cuando es posible que él y sus discípulos fueran a hospedarse esa misma noche en casa de un amigo rico?