Moisés, el inventor de un dios que le sirvió para controlar a su pueblo.
Luego su pueblo se creyó que estaba respaldado por un dios que le daba las victorias, que quiso enfrentarse al imperio romano, y ahí se acabaron sus falsas creencias.
El pueblo judío evidencia que todas sus creencias procedían de la mente de un hombre cuya formación (por haber estudiado) estaba a años luz de los analfabetos de su pueblo.