La religión es tan antigua como la del hombre mismo. Eso es lo que nos dicen arqueólogos y antropólogos. Hasta entre las civilizaciones más primitivas, es decir, subdesarrolladas, se encuentra prueba de algún tipo de adoración.
De hecho, la nueva Enciclopedia Britanica dice que hasta donde ha llevado la investigación a los eruditos, considerando todo lugar y tiempo, nunca ha existido un pueblo que no fuera de alguna manera religioso.
Además de ser antigua, la religión también se manifiesta en gran variedad. Los cazadores de cabezas de las selvas de Borneo, los esquimales de las heladas regiones árticas, los nómadas del desierto del Sahara, los moradores de las grandes metrópolis del mundo,todo pueblo y toda nación de la Tierra tiene su dios, o dioses, y su manera de adorar.
Realmente es asombrosa la diversidad que hay en el campo religioso. El ser humano es creyente en un dios por naturaleza.