Cita Iniciado por ELB Ver Mensaje
Mire Kimo, no BRINQUES de la VEJEZ , a la muerte; ya te demostre que lo uno no significa lo otro, pues hay gente joven que muere.
RECUERDE, no fue la VEJEZ la que entro al mundo. Sino la desobediencia que lleva a la muerte, esto es el pecado.
Segun Hechos 17:25 Dios da a todos vida y aliento y todas las cosas;
Segun Job 12:15 dice que en Su mano esta la vida de todo ser viviente, y el aliento de toda carne de hombre.
Recuerde, aun no contesta el post 19.

Lo que entro al mundo fue el pecado
y ese pecado nos hace imperfectos
la imperfección lleva a la enfermedad la vejes y a muerte


Salomón describió con lenguaje poético los achaques de la vejez

(Eclesiastés 12:1-7) Acuérdate de tu Gran Creador en tu juventud,
antes de que vengan los días angustiosos y lleguen los años en que vas a decir:
“No encuentro en ellos ningún placer”;
2?antes de que se oscurezcan el sol, la luz, la luna y las estrellas, y regresen las nubes después del aguacero;
3?cuando los guardianes de la casa se vuelvan temblorosos, los hombres fuertes se encorven,
las mujeres dejen de moler porque ya quedan pocas y las señoras que miran por las ventanas vean oscuridad;
4?cuando las puertas que dan a la calle se cierren,
cuando el sonido del molino se oiga bajo, cuando uno se despierte al canto de un pájaro
y todas las hijas del canto se debiliten;
5?cuando además uno tenga miedo a las alturas y haya temores en la calle;
cuando el almendro florezca, el saltamontes se arrastre y la alcaparra reviente,
porque el hombre va caminando a su casa permanente y los que hacen duelo andan por las calles;
6?antes de que se parta el cordón de plata,
se haga pedazos el tazón de oro,
se rompa la vasija junto a la fuente y se quiebre la rueda para sacar agua del pozo.
7?Entonces el polvo vuelve a la tierra, tal como era, y el espíritu vuelve al Dios verdadero, que lo dio.


?Salomón comparó la época de la juventud
al verano palestino en el que el Sol, la Luna y las estrellas emitían su luz en el cielo despejado.
Todo parecía entonces muy brillante.
Sin embargo, en la vejez los días son como la temporada fría y lluviosa del invierno,
con un aguacero de problemas tras otro (Job 14:1)

?Salomón luego hace mención de las dificultades que acaecen “el día en que tiemblen los guardianes de la casa,
y se hayan encorvado los hombres de energía vital,
y las mujeres que muelen hayan dejado de trabajar por haber llegado a ser pocas,
y las señoras que ven por las ventanas lo hayan hallado oscuro” (Eclesiastés 12:3).

?“La casa” representa el cuerpo humano (Mateo 12:43-45; 2 Corintios 5:1-8).

?Sus “guardianes” son los brazos y las manos, que protegen el cuerpo y satisfacen sus necesidades.
En la vejez suelen temblar por debilidad, nerviosismo o parálisis.
“Los hombres de energía vital” —las piernas—
ya no son columnas fuertes, sino que se han debilitado
y encorvado de modo que los pies no pueden más que arrastrarse

?‘Las mujeres que muelen han dejado de trabajar porque han llegado a ser pocas.’
¿En qué sentido?
Puede que los dientes se hayan estropeado o caído,
y que queden pocos o quizá ninguno.
Se hace difícil o imposible triturar el alimento sólido.

?“Las señoras que ven por las ventanas”
—los ojos unidos a las facultades mentales que posibilitan la visión—
se nublan, si es que no se oscurecen por completo.


?— las puertas que dan a la calle hayan sido cerradas,
cuando el sonido del molino se haga quedo,
y uno se levante al sonido de un pájaro, y todas las hijas del canto suenen bajo.” (Eclesiastés 12:4.)
Las dos puertas de la boca —los labios—
ya no se abren mucho o no se abren en absoluto para expresar lo que hay en “la casa”
—el cuerpo— de las personas de edad avanzada que no sirven a Dios. No se emite nada a “la calle” de la vida pública.

?El sonido del molino se hace quedo,
pues se masca el alimento con las encías desdentadas.

?El anciano no duerme profundamente de noche. Aun el gorjeo de los pájaros lo despierta.
Pocas son las canciones que entona y, si lo hace, es débilmente.
“Todas las hijas del canto —las notas melódicas— suenan bajo.”
El anciano no oye bien la música ni las canciones que otros interpretan

?La suerte de las personas mayores,
especialmente aquellas que han pasado por alto al Creador, es muy triste.

?Dice el congregador:
“También se han llenado de temor meramente de lo que es alto,
y hay terrores en el camino. Y el almendro lleva flores, y el saltamontes se arrastra,
y la baya de la alcaparra se revienta, porque el hombre va andando
a su casa de larga duración y los plañidores han marchado alrededor por la calle” (Eclesiastés 12:5).

?Muchas personas mayores tienen miedo de caerse cuando suben una escalera y miran hacia abajo.
Incluso mirar hacia arriba a algo alto puede marearles.
Cuando tienen que caminar por calles atestadas,
les aterroriza la idea de lastimarse o ser asaltadas por algún ladrón.

?En el caso del anciano, “el almendro lleva flores”,
lo que al parecer indica que su cabello se vuelve gris y luego blanco como la nieve.
El pelo canoso cae como las blancas flores del almendro.

?Se ‘arrastra’, quizá encorvado y con los brazos colgando,
o con las manos en la cadera y los codos doblados hacia arriba,
lo que le da la apariencia de un saltamontes

?La persona de edad ya no tiene apetito,
aunque el alimento que se ponga delante de ella sea tan gustoso como la baya de la alcaparra.
Estas bayas se han utilizado desde hace mucho tiempo para estimular el apetito.

El que ‘la baya de la alcaparra reviente’ da a entender que cuando la persona de edad pierde el apetito,
ni siquiera este fruto despierta su deseo de alimentarse.

?Todo ello indica que se aproxima a “su casa de larga duración”, el sepulcro.

Este será su casa para siempre a menos que haya tenido presente a su Creador
y su proceder en la vida no haya sido tan impropio que Dios no se acuerde de ella en la resurrección.

?La voz lastimera y los quejidos
que salen de las puertas de la boca del anciano son indicio de la cercanía de la muerte


Se nos exhorta a acordarnos de nuestro Creador

?“antes que se remueva la cuerda de plata, y se quebrante el tazón de oro,
y se quiebre el jarro junto al manantial,
y haya sido quebrantada la rueda del agua para la cisterna” (Eclesiastés 12:6).

?“La cuerda de plata” puede referirse a la médula espinal.
Cuando se daña irreparablemente este maravilloso conducto que lleva los impulsos al cerebro, la muerte es inevitable.

?“El tazón de oro” quizá haga referencia al cerebro,
que se halla en el interior del cráneo (parecido a un tazón),
y que está unido a la médula espinal.
Es de oro por su inestimable valor, pues un fallo del cerebro augura la muerte.

?El jarro junto al manantial” es el corazón,
que recibe y bombea el torrente sanguíneo para que circule por todo el cuerpo.

En el momento de la muerte, el corazón es como un jarro que se rompe,
que se hace añicos junto al manantial, porque ya no puede recibir,
contener ni bombear la sangre vital para el sustento y la revitalización del cuerpo.

?La ‘quebrantada rueda del agua para la cisterna’ deja de girar,
y termina la circulación de la sangre que mantiene la vida.

De modo que Jehová reveló a Salomón la circulación de la sangre
mucho antes de que la descubriera el médico William Harvey en el siglo XVII.


?“Entonces el polvo vuelve a la tierra justamente como sucedía que era,
y el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio” (Eclesiastés 12:7).

Una vez rota “la rueda del agua”, el cuerpo humano,
hecho en un principio del polvo del suelo, vuelve a este (Génesis 2:7; 3:19).
El alma muere
porque el espíritu, o fuerza de vida, que Dios da vuelve al Creador,
en quien radica (Ezequiel 18:4, 20; Santiago 2:26).