¿Una? No. ¡Un montón!

La verdad es que no me gustaba estudiar, a clases nunca falté, lo que aprendía en el salón con eso tenía, así que ponía mucha atención pa no estudiar jaja porque al igual que Parzi, la pachanga y el novio eran primero. Cosa que no debe ser, pero a esa edad uno no piensa con la cabeza. Troné varias materias, pobres de mis padres me daban semejantes regañadas, pero la niña era rebelde. Luego medio me compuse y ya no las tronaba, algunas sacaba calificaciones promedio, otras muy altas, en las materias que más me gustaban, más me pulía. Lego volví a estudiar hace muy poquito y la verdad es que mis notas fueron ¡rebuenas!