Quisiera platicarles. Antes del Valiant 1964, mi Papá adoraba un coche chiquito, que se llamaba Ford Anglia. Tenía un motor ruidoso y poco potente, pero lo adoraba.

Se deshizo de él y entonces vino el Valiant 1964.

Cuando fui con mis hijos, hace mucho tiempo a ver Harry Potter, la emoción no fue el muchacho de la varita, sino la súbita aparición del auto que era igualito al que había tenido cuando era niño y que adoraba mi Papá.