EL VIAJERO Y SU ANGEL
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
por Alejandra Correas Vázquez
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La ciudad crece.

La ciudad se ha llevado los aires de la Naturaleza, los ha encerrado en un puño de motores

De la ciudad parte el Viajero… y llega.

Los sauces del camino lo saludan. Las piedras lucen sus formas de años. Las serranías lo divisan… solo.

__¿A quién busca?__ le pregunta la rama

__¿Qué es lo que busca?

__¿Quién es este forastero__ se dice el puente

Pero el Viajero no responde. Sube las escaleras que lo conducen hasta la casa y se detiene frente a la estufa. La luz que penetra por el ventanal es débil… Prefiere no verla y cubrirse los ojos.

__¡Agua!__ pide y no encuentra agua.

Luego observa su imagen en el espejo y se pregunta:

__¿Dónde quedó mi Angel?... Se fue de mi lado allá lejos, entre las calles.

__Tu Angel está cerca. Yo lo veo__ le responde la imagen del espejo

__¿Dónde?... Vine en su búsqueda y quiero regresar con él.

__Está detrás del sauce.

__No es cierto. Busqué en el puente y no estaba. En el arroyo, en el sauce, en la rama… y no estaba.

__Sigue buscando, pero no vayas a su encuentro… Envía un emisario.

__¿Emisario? …Estoy solo. No hay amigos en mi vida… ¡Solo! Y solo no encontraré a mi Angel.

Sobre el suelo, contra él, brilla un papel. Es la hoja olvidada de un libro. Las palabras en él escritas ya han perdido su sentido. Queda una mancha sin forma, un papel gris. Lo toma y se inclina marcando en su centro una cara. Y ella nace : con ojos, boca, cabellera.

__¡No estoy solo!__ exclama

__¡No! Y yo te traeré al Angel para agradecerte esta luz__ le responde ella y se aleja

Luego de la noche, la mañana vuelve. Pero ni ella ni el Angel regresan. Entonces el Viajero se enfrenta de nuevo con su imagen del espejo.

__Me abandonó. Le di vida, vista, palabra y pensamiento__ se lamenta

__¿Todo le diste?__ pregunta el espejo

__¡Todo!

__¿Y de dónde nació ese todo?

__De mis manos.

__¿Tus manos? Devuélvelas entonces a quien las hizo.

__No puedo. Me quedaría sin rumbo.

__¿También sin Angel?

__También__ responde pensativo el Viajero

__Entonces… ¿Para qué quieres seguir buscando al Angel?

__¡Pero me ha engañado! Me hizo dar vida y ella fue ingrata.

__Busca el engaño y acusa después al angel.

El viajero sale hacia el día, el sol. El arroyo sigue su curso. Se dirige a él y le pregunta… Pero el canto del agua no le responde con palabras. Su murmullo es el mismo de siempre… ¡Pero en su superficie flota aquel rostro nacido de sus manos!

Desde la orilla el Viajero lo saluda en despedida. Respira el aroma de la rama y luego regresa a la casa.

__¿Te irás ahora?__ le pregunta esta vez su imagen del espejo

__Ya no deseo volver. Sólo quiero el fresco del agua.

__¿Y tus manos?

__Ellas …son solamente el vehículo. Mi Angel está en mi obra.

Y el Viajero subió los cuatro escalones de piedra diorita que llevaban al interior de su casa. Avivó el fuego que crepitaba en la salamandra …Y quedó finalmente en reposo, mientras afuera el paisaje emitía su cántico y su aroma.


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