Debido a las doctrinas religiosas de hombres que no se ajustan a lo que el Evangelio enseña, hay una gran confusión en el mundo en cuanto al pecado.
Todo es más sencillo. El pecado es no ser misericordiosos, porque lo que Dios quiere y siempre quiso, es la misericordia. Y comete pecado el que no hace lo que Dios quiere.
En conclusión, el pecado lo cometen los que no guadan los misericordiosos mandamientos del Evangelio que Jesucristo mandó guardar, que son los mandamientos que realmente fueron dados por Dios desde siempre y para siempre.
Y esto lo debería aprender bien Kimo, que todavía cree que hemos heredado el pecado de Adán y Eva. Aún no se ha enterado de que cada cual comete sus propios errores o pecados y a cada uno se pagará según sus obras, no por las obras o los pecados de sus padres o antepasados como Kimo cree:
Que no, Kimo, que no. Que cada cual comete sus propios pecados. Los hijos no heredan los pecados de sus padrres o antepasados, pues Jesucristo pagará a cada uno conforme a sus obras, como enseña el Evangelio: