Iniciado por
Elisabet*
El pecado es no seguir ni guardar los mandamientos del Evangelio, que son los verdaderos mandamientos de Dios y son los que Jesucristo mandó guardar para entrar en la vida.
Por eso permanecía el pecado de los fariseos, pues Jesucristo les dijo que su pecado permanecía. Y es que su pecado permanecía porque ellos no quisieron aceptar ni guardar los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.