Les cuento esta para abrir bocado.
Tendría 5 días que llegó mi esposa, después de una estancia en Shanghai, volamos a una ciudad puerto llamada Lyanyungang en la provincia de Shandong al norte de Shanghai, yo había llegado 3 semanas antes que ella, con la intención de buscar una ciudad que nos gustara para vivir.
Por lo que viajabamos cada uno con dos maletas, ahora les cuento porqué este detalle. Tenia una cita con unos proveedores en ese puerto y nos quedamos dos dias, un hotel hermoso frente a la playa, era mayo por lo que hacia un rico tiempo.
Empiezo con la primera anécdota en esa ciudad.
Mr Zhang el proveedor, pasó por nosotros al hotel y nos invitó a cenar, allá cenan temprano y es esta su principal alimento, habremos llegado alrededor de las 18 hrs.
Aunque era un bonito restaurante, los chinos acostumbran los salones privados. El boss, como le decían todos, indicó el lugar en el que teniamos que sentarnos, a mi me sento a su diestra, junto a mi esposa, del otro lado de él, su esposa, frente a él, el gerente de su esposa y así repartió a todos, eramos un total de 12 personas sentadas en una mesa redonda.
La comida la colocan en una tabla giratoria y cada comenzal, va tomando un poco de cada plato, mariscos, pescado, arroz, verduras, pasta, diversas clases dexsopas y guisos, la verdad excelente, los olores y sabores extasiaban a cualquier sibarita.
Había solo 2 mujeres más, además de mi esposa, pero ellas no hablaban y permanecian medio paso detras de la linea de la mesa. Mi esposa quien es una activista consumada de los derechos de la mujer (jajaja) me preguntaba molesta porqué. Ni idea le dije, pero estaba intranquila y molesta.
En un momento dado, el boss se pone de pie, llena su vaso de cerveza (misma que estaba al tiempo) y hace un brindis.
Brindo porque esta empresa China y la tuya Mexicana, consoliden su relacion de amistad y esta fructifique, bla bla bla y después...duce Ganbe!!! Y fondo blanco !!!
Me indica que haga lo mismo y ahí fue el primero de cientos de gambes que tuve qué tomar en China.
No habrian pasado 2 minutos, cusndo se para su gerente y dedpues de un brindis, lo mismo, duce gambe y me indica qué haga lo mismo. No se si se han tomado un vaso lleno de cerveza de golpe, bien al tercero, sienten como que la espuma la tienen en la nariz y qué creen? Si acertaron, se paro otro de los chinos y la misma cantaleta, cuando se iba a parar el jefe de nuevo, se para mi mujer y le dice al boss, yo quiero hacer un gambe con usted, al boss pareció no agradarle mucho esto, de hecho, las dos mujeres voltearon a verlo con aparente sorpresa, no pudo negarse y tuvo que hacer el gambe, mi esposa como buena sudamericana, sabe tomar cerveza, no le hizo ni cosquillas, el Boss estaba a punto de sentarse y entonces mi esposa le dice...
Boss two gambes better than one, todos soltaron la risa y las chinitas veían a mi esposa embelezadas, al Boss no le quedó otra que aceptar y cuando terminó, se dirigio al gerente y lo retó. Jajajaja recuerdo cuando terminando sus gambes, les dijo a todos, anyone want to drink more gambes!!! Lijaaa le decían riendo. Lija es como decir que brava, que fuerte.
Me preguntaron que porqué aguantaba tanto y les dije qué a las mujeres sudamericanas en vez de leche de bebes les dan cerveza.
Última edición por Loboesceptico; 17-abr.-2020 a las 01:01
Mientras viví en los ángeles haciendo mi doctorado, fui invitado a un banquete chino ofrecido por el cónsul de taiwan.
Una amiga, que trabajaba en el consulado de brasil, me pidió que la acompañara.
Ahí, con todo el ceremonial, comenzó el banquete.
El garzón trae un plato con unos deliciosos camarones.
Cuando me tocó el turno, me serví uno, y después otro.
El garzón trae un segunco plato, con otras delicias.
Me serví una pieza, luego otra.
El garzón trae el tercer plato,
Me serví una pieza, pero el cónsul, cuando me iba a servir la segunda, me toma el brazo y me dice (con mucha educación y buena onda)
Ustedes, los sudamericanos, no entienden de banquetes chinos.
Cuando se ofrece un plato, Ud debe servirse una pieza, y no dos.
>pero señor cónsul, le dije, estos platos son una delicia maravillosa.
--
pero le hice caso, que era lo que corresponde.
Luego del plato # 40, cuando ya nadie podía ingerir ni un grano de arroz, entendí la regla impuesta por el cónsul.
Entre risas le dije: ahora le entiendo, señor cónsul.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3
Hola
No tienes idea de todo lo que llegamos a comer, capullos de mariposa y cigarras un ejemplo, pero no te quedes con esa idea, hay otras comidas que son una delicia para el más exigente de los paladares.
Continuaré con mis relatos de China, país que amo.
Y si por favor, alimenta el tema con tus anécdotas.
Saludos
Cuando zarpamos de Arica, la frontera norte de chile, nos fuimos costeando hasta el callao.
Ahí divisamos un pequeño archipiélago llamado "las islas chincha", muy pequeñas. Ahí nos dirigimos a la costa a una bahía protegida por un islote.
Es importante decir que en arica habíamos cargado el barco con vívieres, entre los cuales figuraban 2000 botellas de vino, que llevabamos para comerciar. (y beber, claro).
Había un tipo armado muy odioso, que nos gritó
<<"no pueden estar en este lugar".
>>¿y porqué no?
<< porque el patrón no quiere.
Qué weón.
Igual desembarcamos en el islote, pero la agresividad del compadre nos hizo embarcar y seguir rumbo al callao.
Y, en el callao, la marina peruana llegó a nuestro barco, nos embargó los pasaportes, las cámaras fotográficas y los rollos de película.
"plop".
Dos meses parados en el callao.
Aproveché el tiempo para dictar un curso de informática en la U Católica de Lima.
Avanzado el tiempo, uno de los colegas del barco fue invitado a una fiesta, ya que tenía parentela en Lima.
Ahí conoció a la esposa del ministro de marina, a quién le contó la historia.
Al otro dia, como a las 8AM llegó un bote de la marina, se baja un tipo y nos entrega los pasaportes.
<<Tienen 24 horas para abandonar el país.
"plop"
Años más tarde supe que el "patrón" que no quería que desembarcáramos en aquel lugar era el ejército peruano. En ese puerto estaban desembarcando tanques soviéticos.
En el intertanto, entre nuestro arribo y nuestra partida forzada, una tarde llega un destacamento de marinos en su lancha y aborda nuestro velero anclado. Solamente uno de los tripulantes estaba a bordo.
Cuando se les preguntó, dijeron
<< venimos a embargar el vino.
Un momentito, dijo el compañero nuestro, fue a buscar los candados de las escotillas, las cerró con los respectivos candados, y le dijo a los marinos (que andaban provistos de un enorme saco de lona)
>> las llaves de los candados están en mi bolsillo.
Los managuas se miraron, agarraron su saco de lona y se fueron.
Del callao navegamos a ecuador, al puerto de Salinas.
Continuará....
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.