Curioso lo que narras, porque en mi garage ocurre exactamente lo mismo.
Yo soy testigo presencial.
He espolvoreado harina por todos lados, y la ausencia de huellas es la demostración irrebatible de que ese dragón habita ahí.
Curioso lo que narras, porque en mi garage ocurre exactamente lo mismo.
Yo soy testigo presencial.
He espolvoreado harina por todos lados, y la ausencia de huellas es la demostración irrebatible de que ese dragón habita ahí.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.