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JESUCRISTO DIO SU VIDA PARA quitar el error del mundo...

Jesucristo dio su vida para enseñarnos los verdaderos mandamientos de Dios, y así quitar los errores del mundo, que no conocía los verdaderos mandamientos de Dios...

Por eso, JESUCRISTO es el Cordero de Dios que QUITA EL ERROR DEL MUNDO. Juan el Bautista, cuando vio a Jesús que venía a él, dijo:


"He aquí el Cordero de Dios, que quita el error del mundo"... (Juan 1, 29)


La palabra griega "amartian", que muchos traductores traducen por "pecado", significa: Error, falta, pecado... Ver el significado en las siguientes páginas:


http://etimologias.dechile.net/?pecado
http://www.dicciogriego.es/index.php...ma=84&n=84

El Cordero de Dios, que quita el error del mundo


El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el error del mundo.
(Juan 1:29)


"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo". (Juan 1:17)


"Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz". (Juan 18:37)


La Gracia, que es la misericordia, y la verdad vinieron por Jesucristo. Y es que Jesucristo, cuando predicó el Evangelio, enseñó a sus amigos los mandamientos que deben seguir los seguidores de su Iglesia.

En ese famoso versículo (Juan 1, 29) las religiones del mundo traducen la escritura por "pecado" en lugar de "error" o "falta"... Y es que las religiones judaizantes quieren hacer ver que Jesucristo quitó el pecado de los hombres y que los hombres ya están libres del pecado... Pero ¿es cierto esto?...

Los que dicen que los hombres ya están libres del pecado también enseñan que los cristianos ya no están bajo la letra de los mandamientos de Jesucristo, sino bajo el espíritu, que les dice que ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia. Y también que sólo tenemos el mandamiento, que dice así: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo"... Pero ¿es cierto esto?...

¿Es que los otros mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio ya no son necesarios?...

Amarás a tu prójimo como a ti mismo puede tener varias interpretaciones si no se conocen los otros mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio y que son los que nos enseñan cómo debemos amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos, mandamientos que son necesarios guardad para entrar en la vida. Jesucristo así dijo:

"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda,
vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.

Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)


Estos son los mandamientos que Jesucristo mandó guardar para entrar en la vida y que no hay que olvidar, porque son los mandamientos que nos enseñan cómo debemos amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no matan a sus semejantes: NO MATARÁS... (no imponen penas de muerte a sus semejantes.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no adulteran los misericordiosos mandamientos de Dios haciéndolos olvidar para imponer en su lugar los mandamientos de los hombres: No adulterarás.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no roban la vida ni la libertad de los indefensos teniéndolos como esclavos, porque Dios hizo la tierra y los bienes de la tierra para todos y para que se vivan con igualdad: No hurtarás.


Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, no dicen falso testimonio contra su prójimo ni imponen mandamientos de hombres en lugar de los mandamientos de Dios: No dirás falso testimonio.

Los que aman a sus prójimos como a sí mismos, honran a su Padre, Dios, y a su madre, la Iglesia, que es la esposa de Jesucristo.

Y por fin llegamos al famoso mandamiento: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Ahora es cuando conocemos cómo debemos amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos, cuando conocemos todos los mandamientos de Jesucristo, pues no se deben despreciar ni hacer olvidar ningún mandamiento de Jesucristo. Hay que predicarlos todos porque todos vienen en el Evangelio y cada uno de ellos es una parte importante de la Ley.

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