Eso es lo que siempre te dice misericordia a ti. Y eres tú el que no quiere recordarlos y dices que no hay que guardarlos. Incluso dices que no están vigentes los mandamientos que Jesucristo mandó guardar al hombre rico para entrar en la vida.
Entonces eres tú el que no obedeces los mandamientos que Jesucristo mandó guardar para entrar en la vida.