En el transcurso de la historia, y de muy tarde en tarde, han aparecido personas especiales. Pero eran personas, no dioses.
Posiblemente Jesús fue una de esas personas.
Casi me atrevo a asegurar que Jesús, como persona, tuvo mala suerte. En todos los sentidos.

El mito y la leyenda creada después de su muerte, terminaron por difuminar su figura y sus enseñanzas.
Es probable que los escritos del NT que obran en nuestro poder, procedan de la tercera o cuarta copia de los originales. Esas copias se hacían a mano, y la mayoría de la sociedad era analfabeta. Por consiguiente, no abundaban los copistas portadores de todas las garantías.

En los tiempos de Jesús, sus apóstoles y sus seguidores pensaban que la segunda venida de Jesús era inminente.
Eso es lo que se desprende si leemos los escritos sagrados, prescindiendo de prejuicios.

Transcribo algunos pasajes que, a mi juicio, expresan con claridad que no pasará mucho tiempo antes de que eso suceda… y llevados 2000 años esperando.
No esperemos. No habrá segunda venida.

He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa {está} conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra. (Apocalipsis 22:12)

TAMBIÉN les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios que viene con poder. (Marcos 9:1)

Jesús le dijo: Tú {mismo} lo has dicho; sin embargo, os digo que desde ahora veréis AL HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER, y VINIENDO SOBRE LAS NUBES DEL CIELO.
(Mateo 26:64)

Porque cualquiera que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. (Marcos 8:38)

30 De cierto os digo que no pasará esta generación sin que todas estas cosas sucedan. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. (Marcos 13:30-31).

de manera que nada os falta en ningún don, esperando ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo; (1 Corintios 1:7)

Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
(Filipenses 4:5)

HE AQUI, VIENE CON LAS NUBES y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por El; sí. Amén. (Apocalipsis 1:7)

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo,
(Filipenses 3:20)

Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, {allí} estéis también vosotros.
(Juan 14:3)