Iniciado por
Roberto0
Yo ya predicó el EVANGELIO... no necesito que tú me digas lo que tengo que hacer ....pero ya que eres tan listo, dime tú lo que me acabas de preguntar.... dimelo explícamelo tú.
Entonces, como acabamos de ver
tu no puedes enseñar a nadie nada.
Pero para sacarte del aprieto
te lo digo.
La ley de Moisés se les dio solo a los judíos
por eso se les predico solo a los Judios
despues a las naciones
La invitación para beneficiarse
de la salvación provista mediante Cristo
se extendió primero a los judíos, y después a los no judíos.
Jesús le dijo a Pedro:
“Yo te daré las llaves del reino de los cielos,
y cualquier cosa que ates sobre la tierra
será la cosa atada en los cielos,
y cualquier cosa que desates sobre la tierra
será la cosa desatada en los cielos”. (Mt 16:19.)
A Pedro Dios le envió a la casa de un gentil llamado Cornelio,
por entonces centurión romano.
Por revelación divina,
Pedro puso de manifiesto la imparcialidad de Dios
con relación a los judíos y los gentiles,
e indicó que si la gente de las naciones temía a Dios y obraba justicia,
podía ser tan aceptable a Dios como los judíos.
Mientras Pedro exponía este conocimiento a los gentiles,
espíritu santo cayó sobre todos ellos
y milagrosamente se pusieron a hablar en lenguas.
A continuación fueron bautizados,
y así llegaron a ser los primeros miembros gentiles en perspectiva del
“reino de los cielos”.
A partir de entonces, permanecería abierta
para los creyentes gentiles la oportunidad
de llegar a formar parte de la congregación cristiana.
(Hch 15:7-9.)
Después de discutirlo mucho, Pedro se levantó y les dijo:
“Hermanos, ya saben que desde el principio Dios me eligió
de entre todos ustedes para que la gente de las naciones
oyera de mi boca el mensaje de las buenas noticias y creyera.
8 Y Dios, que conoce el corazón, demostró que los aprobaba
dándoles el espíritu santo, tal como también hizo con nosotros.
9 Él no*hizo ninguna diferencia entre ellos y nosotros,
sino que purificó sus corazones con la fe.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)