Nadie dice que Pablo mintió. Son las cartas torcidas por los indoctos las que mienten cuando dicen cosas que contradicen lo que enseña el Evangelio.
En cuanto a lo que dicen las cartas de que Pablo no conoció el Evangelio de hombre alguno, las mismas cartas confirman que Pablo conocía el Evangelio por la predicación de los cristianos a los que él perseguía. Las siguientes palabras lo demuestran:
...solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. Y glorificaban a Dios en mí". (Gálatas 1:21)
Si Pablo ahora predicaba la fe que en otro tiempo asolaba.
Entonces Pablo conocía la predicación del Evangelio ya antes de convertirse a Cristo, pues, como sabemos, el Evangelio en aquel tiempo se conocía por la predicación de los apóstoles y primeros cristianos, a los que antes Pablo perseguía por el Evangelio que ellos predicaban.