Parece ser que existía una profecía que anunciaba que Jesús entraría en Jerusalén montado en un burro.
¡Vaya profecía! Todos los días entraban y salían de Jerusalén numerosas personas montadas en burros. Era el medio habitual de transporte.
La Verdad nos hará libres.
No va desencaminado el que piensa que la religión prospera entre gente poco instruida, Hasta un santo avala esta creencia.
San Gregorio, arzobispo de Nacianzo diría, alrededor de 380 d.C. que “Un poquito de jerga es todo lo que se necesita para imponerse sobre la gente. Cuanto menos comprendan, más admirarán”.
Irrefutable.
La Verdad nos hará libres.