Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
las personas tuercen las escrituras
porque el dios de este sistema de cosas
los inspira a torcerla
satanás fue el primero que torció la palabra de jehova
dios mando a comer de todo árbol menos de uno
y el diablo le dijo a eva que dios les había prohibido comer de todo árbol
torció la palabra de dios
y la sigue torciendo hoy
y tu te prestas para su juego
jesús vino a morir por nuestros pecados
según el evangelio y todas las escrituras
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
¿Y cuáles eran esos pecados según lo que enseña el Evangelio?...
Los pecados eran no guardar los mandamientos de Dios. Pero como la ley de Dios había sido cambiada en mentira, como nos dice Jeremías 8:7-8, entonces, cuando vino Jesucristo, el mundo ya no conocía los verdaderos mandamientos de Dios.
Jesucristo nos volvió a enseñar los verdaderos mandamientos de Dios. Por eso Jesucristo dijo que si Él no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora (después de haberles enseñado los verdaderos mandamientos de Dios), los que no los guardan, ya no tienen excusa para su pecado.
Elizabet,nuestros pecados es que ya NACEMOS IMPERFECTOS.
Como en cierta ocasión escribió el rey David :" He aquí en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre" Salmo 51:5 (RV 1960)
Los descendientes de Adán y Eva (que somos todos nosotros) hemos recibido una herencia genética, que nos lleva a cometer pecados, errores, a no dar en el blanco de perfección que exige el Creador. Romanos 5:12.
Cristo Jesús dió su vida por lla descendencia de Adán y Eva. Juan 3:16
Última edición por Jandulilay; 19-oct.-2021 a las 04:55
Esta parte de la respuesta de Elisabeth te lo dice todo, vuelve a leerlo y medítalo.
Jesucristo nos volvió a enseñar los verdaderos mandamientos de Dios. Por eso Jesucristo dijo que si Él no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora (después de haberles enseñado los verdaderos mandamientos de Dios), los que no los guardan, ya no tienen excusa para su pecado.