Volviendo al tema inicial:
Los primeros cristianos no imponían penas de muerte ni hacían guerras para invadir a los pueblos, pues convencían a los pueblos sólo con la paz y el amor que nos enseña el Evangelio.
Pero pasados los años y los siglos (en el siglo IV), los emperadores de Roma (emperador Constantino y sus sucesores), que no amaban los misericordiosos mandamientos que Jesucristo había enseñado en el Evangelio, que eran los verdaderos mandamientos de Dios, se volvieron de nuevo a las leyes judías del viejo testamento para justificarse en ellas y así volver a imponer penas de muerte, guerras y genocidios como si Dios los hubiera mandado.
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...